ESCUCHARLa alianza firmada en 1999 entre Renault y Nissan es una de las herramientas que tienen ambas automotrices para superar la crisis económica global, reconoció Carlos Ghosn, presidente de Renault y Nissan. El acuerdo cumplió la semana pasada 10 años y su vigencia fue resaltada frente a los presagios de una severa caída del sector automotor en Europa.
“La Alianza prepara a Renault y Nissan no sólo para sobrevivir a la crisis financiera y económica mundial, sino también para lograr una mejor posición para competir de manera efectiva una vez que la crisis termine”, dijo el directivo.
Hasta ahora, los beneficios de la alianza han sido mayor rentabilidad y capitalización de mercado, desde 1999 hasta la actual encrucijada económica y financiera mundial. En términos de capitalización de mercado, Renault ha más que triplicado su crecimiento, de 8.4 mil millones de euros a 27.6 mil millones de euros. Renault se ubicó en el sexto lugar en la industria automotriz en 2007, en comparación con su undécimo lugar en el ranking de 1999. Durante el mismo período, la capitalización de mercado de Nissan se cuadruplicó, de 9 mil millones de yens a 34.2 mil millones de yens. La compañía se ubicó en la quinta posición en 2007 en comparación con el décimo lugar que tenía en 1999.
Producción cruzada
En la alianza, cada compañía tiene la oportunidad de utilizar la capacidad de fabricación del otro. Hoy, plantas de Renault producen vehículos Nissan en Corea (Almera Classic) y Brasil (Livina), mientras que Nissan ensambla vehículos Renault en Sudáfrica (Sandero), México (Clio) y España (Trafic). También está pendiente un plan productivo común en la planta Santa Isabel de Córdoba. Este plan contemplaba dos vehículos para comercializar en el continente, uno a cargo de cada firma. Renault cumplió con la entrada en producción este año del auto mediano Symbol. El modelo de Nissan podría ser una camioneta, pero la crisis retrasó el proyecto.
