ESCUCHARLa Asociación Argentina de Empresas de Juguetes estima que para fin de año el ticket promedio se ubicará entre 200 y 250 pesos, por debajo de los 300 en los que se ubicó en la celebración de agosto pasado. Piden medidas para el sector.
El sector juguetero estima que el ticket promedio de los juguetes que se regalarán para Navidad será menor que el monto registrado durante el Día del Niño, como producto de un consumo mesurado por parte del comprador.
“Mientras que en el Día del Niño el ticket promedio fue de $300 ($100 menos de lo que fue el año anterior), para Navidad esperamos un monto apenas inferior, desde $200 a $250 por regalo”, aseguró Carlos Restaino, director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA).
Esta conclusión no es más que un reflejo de que cómo se han comportado las ventas a lo largo del año, que han tenido un incremento de 10% en volumen, impulsadas principalmente por programas como el Ahora 12. “El mercado juguetero se caracteriza por ser siempre optimista y se espera que en la temporada de fin de año los niveles de 2015 puedan ser superados ”, afirmó Restaino.
Desafíos para duplicar el mercado
Sobre esta base, el directivo recordó que el mercado juguetero argentino no supera 450 millones de dólares anuales, cifra baja con relación a la dinámica que movilizan otros países.
El objetivo del sector es aumentar ese monto y pasar a facturar 800 millones de dólares de manera gradual en un período de cuatro a cinco años.
“Para arrancar es necesario trabajar en varios espacios, como por ejemplo en la cuestión arancelaria: el juguete paga un impuesto de 35%, el máximo que se puede aplicar en el país”, apuntó el directivo.
Otro tema que planteó es la distribución de las autorizaciones para importar. Hace ocho años los jugueteros ocupaban 60% de las importaciones; hoy ocupan poco más de 25%. “Los mayores importadores de juguetes no son precisamente jugueteros, son las grandes superficies (supermercados y tiendas) y las empresas de comidas rápidas o de golosinas (que usan al producto como accesorio). En estos casos, se convierte al juguete en un mero accesorio y no en el protagonista o se lo ubica en una góndola en el lugar donde el consumidor también compra alimentos, bebidas, comida para mascotas, o papel para imprimir, eliminando totalmente su identidad”, disparó el dirigente.
Potenciar al especialista
No obstante, como las relaciones y comunicaciones con las actuales autoridades “son buenas”, al punto que han permitido el análisis conjunto de esta cuestión, estiman que se van a producir cambios en los próximos meses.
“El juguete tiene que volver a adoptar su rol protagónico. Se debe entender que el juguete debe ser comercializado en los lugares específicos, los comercios jugueteros y las cadenas especializadas; no debe ser motivo de una góndola en una gran superficie, o permanecer en una simple estantería sin nadie que lo atienda o colabore con el comprador”, afirmó.
El directivo remarcó que es necesario revalorizar y apoyar la función del comercio minorista y las cadenas comerciales especializadas. “Es idóneo para recomendar, explicar y sugerir la mejor elección de producto a los compradores, además es imprescindible evitar la compra en la calle o en lugares en los cuales el ingreso del producto es dudoso como así también la certificación de Seguridad de Producto (según normas y políticas vigentes)”, señaló.
