Ante la crisis y la necesidad de ajustar el bolsillo, los padres no aceptan comprar juguetes de más de $1.000. Optan por segundas marcas y productos más económicos. El sector se prepara para una caída en el volumen de ventas de aproximadamente 20%
Las primeras marcas y los juguetes que se publicitan en las televisión pierden terreno, durante los días previos al tradicional Día del Niño que se celebra el domingo 19 de este mes.
Sucede que el consumidor, empeñado en cuidar su bolsillo, no acepta precios de entre $1.000 y $1.500, valores entre los que oscilan los juguetes de primeras marcas, o bien, los publicitados en la televisión, según comentó a Comercio y Justicia un referente en la industria del juguete cordobés, Alberto Stekelberg, dueño de Mar-Plast.
“Un juguete publicitado cuesta entre 30% y 40% más que un juguete no publicitado”, explicó el empresario, demostrando cuánto incide la comunicación en el rubro, principalmente en las primeras marcas que se importan.
Lo cierto es que esto es señal de la crisis de consumo que se está viviendo, por la que el consumidor ha comenzado a optar por juguetes más económicos y fabricados por segundas marcas.
“Los padres van a seguir comprando para el Día del Niño, pero no darán lugar a este tipo de pedidos”, explicó en función de lo que ya se observa en la comercialización.
Con esto, las expectativas de ventas del sector para esta festividad no son alentadoras, por el contrario, pronostica una caída de volumen de 20%, lo que equivale a una facturación similar al año pasado.
“El problema más grave es la pérdida de rentabilidad, si nos manejamos con costos a valor real y vendemos menos en pesos, se nos hace difícil mantener los costos operativos”, alertó, con la esperanza de que los comerciantes “ por lo menos, puedan salir hechos en esta ocasión”, precisó.
El impacto
Consultado acerca del impacto de la devaluación en el rubro, indicó que se vio afectado tanto en las marcas importadoras como en las fabricantes, y que como resultado, la diferencia de aumento de costos entre un segmento y otro se ha achicado.
Sucede que para fabricar un juguete se debe sortear los aumentos de costos internos, salarios, energía y materia prima, que al ser importada también aumentó en dólares. “El kilogramo de plástico pasó de $40 a $58”, apuntó.
De este modo, el aumento de costos de un juguete fabricado en Córdoba llega a 30%, que contra el aumento de costos un juguete importado -equivalente al aumento real del dólar es decir 45%- refleja una diferencia cada vez más estrecha.
Desde luego, dijo el empresario: “Sigue siendo más fácil importar, no hay que renegar con logística y fábrica, pero fabricar en el país nos da una satisfacción que no se logra de otro modo, como dar fuentes de trabajo y crear marcas insignias”.
Recordó que en la fábrica se emplean 50 trabajadores, y que sus marcas, San Remo y Fiorella, cuentan con un reconocimiento internacional de alto valor.
En la actualidad, y gracias al cupo de importación que rige desde el Gobierno nacional, la producción local de juguetes representa 55% de las ventas, contra el 45% restante, producto de las comercializaciones de juguetes importados.
Acuse de recibo
Ante la evidente crisis, como si se tratara de un “Precios cuidados” para chicos, la subsecretaría de Comercio Interior del Ministerio de Producción, la cartera productiva bonaerense, y la Cámara Argentina de la Industria del Juguete acordaron un listado de 11 juguetes y juegos de mesa con valores sugeridos.
Los productos, según informó el Gobierno, estarán disponibles en hipermercados y jugueterías de barrios de todo el país hasta el domingo 19, cuando se celebra el Día del Niño.
El listado de productos adheridos incluye autitos a $39, pelota de PVC por $69, sonajero o mordillo a $80, set de masas (de dos unidades con accesorios) por $89, juego de bloques por 24 ó 36 unidades a $105, memotest a $230, una pelota de fútbol símil cuero, $249, un bebote, $249, el juego de mesa Carrera de Mentea $599, el Preguntados por $599 y andadores a $790.
Entre líneas
Un juguete publicitado cuesta hasta 40% más que un producto no comunicado por televisión.
El sector espera vender en facturación el mismo nivel que el año anterior, lo que en volumen acusa una caída de 20%.
La devaluación perjudicó al juguete importado y el juguete nacional, achicando la diferencia en la suba de sus costos.