ESCUCHAREsta heladería artesanal y natural, que trajo su fórmula de Italia, cautiva al público selecto que busca una mejor alimentación. Amplió su local de Villa Allende, donde vende hasta 300 kg por día en temporada alta, y busca definir los procesos para replicar el modelo.
Con la fórmula artesanal y puramente natural traída directamente del pueblo italiano en donde la acuñaron y probaron, Heladería Del Bent apuesta a seguir creciendo en el mercado cordobés, donde el público es cada vez más selectivo en sus gustos y tipo de alimentación.
Así lo confirmó a Comercio y Justicia Martín Oña, quien junto a su esposa, Roxana Seguí, vende hasta 300 kilogramos de helados por día (en temporada alta) en su estratégico local ubicado en Río de Janeiro 165, de Villa Allende.
“El crecimiento es exponencial. Cada vez más público quiere comer sano y apuesta a un producto sin conservantes ni colorantes, hecho con frutas de la época, a la vista y con un proceso de calidad”, añadió.
Dada la creciente demanda, la heladería recientemente incorporó dos locales contiguos al inicialmente instalado, con lo que totaliza una superficie de 140 m2, en donde destina mayor proporción a la zona de producción. En el lugar también cuenta con un laboratorio y fabricación de pastelería, así como con un sector para la cafetería italiana.
Calidad natural
Lo llaman “el chef de los helados” porque de cada fruta de temporada elabora una crema helada natural. No utiliza leche ni sabores en polvo. “Hacemos el helado de limón exprimiendo la fruta”, explicó, a lo que agregó que también están probando con azúcar y “frutas orgánicas”.
“Nuestro producto es de alta calidad y el interés que ha generado es muy grande, al punto que ya tenemos futuros inversores para expandir el modelo a través de franquicias”, adelantó, al tiempo que indicó que ya están en fase de estudio y armado de manuales.
No obstante aclaró que, si bien el objetivo es multiplicar la firma, la prioridad está en definir un proceso que conserve los mismos lineamientos de preparación y adquisición de la materia prima.
“No por expandirnos vamos a resentir calidad ni mucho menos transar con materias primas que no corresponden a nuestra filosofía de la alimentación. Queremos multiplicar el producto pero defendiendo el modo artesanal de su fabricación”, remarcó. El kilo de este helado cuesta 190 pesos y es un producto que se consume todo el año, aunque con fuertes picos en verano. La fabricación es a la vista.
Durante la temporada de invierno, Del Bent fortalece el rubro de pastelería, en el que también incorpora recetas y secretos italianos. “Contamos con un laboratorio de investigación en pastelería y recetas nuevas”, dijo, quien comercializa sus productos en la cafetería.
Oportunidad
Tras 20 años de experiencia en Italia, donde radicaron su heladería en la calle Del Bent de un pequeño poblado ubicado a 30 kilómetros de Milán, el matrimonio regresó a su país de origen con la finalidad de profesionalizar el rubro.
“En Argentina se pueden desarrollar nuevos negocios con buenas prácticas adquiridas en el exterior; no buscamos sólo ganar dinero, queremos abrir nuevas oportunidades de hacer las cosas con calidad y compromiso”, dijo finalmente.
