El sector vitivinícola encabezado por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), consideró positivo el anuncio realizado la semana pasada por el presidente de la Nación Mauricio Macri, junto al titular del Ministerio de Producción y Trabajo, Dante Sica, que contempla un plan de beneficios impositivos para casi 20.000 empresas de las economías regionales. La medida apunta a que los empleadores no paguen cargas por salarios menores a $17.500.
Asimismo, la corporación reconoció que la medida “no alcanza en este difícil momento por el que atraviesa la industria”.
“La necesidad puntual y concreta de la vitivinicultura argentina es la baja o eliminación de las retenciones y el aumento de los reintegros a las exportaciones ya que es imperiosa la comercialización de sus productos en el mercado externo”, aseguraron desde el sector.
Para el presidente de COVIAR, Ángel Leotta, la medida de la reducción de las cargas laborales ayuda, pero no es todo lo esperado por el sector:
“Requerimos de otras medidas del gobierno nacional como la quita de retenciones y el aumento de reintegros para salir a exportar y sacar a la industria del estado recesivo actual”, expresó Leotta.
De acuerdo al análisis realizado por el Observatorio Vitivinícola Argentino, en el marco de la reforma impositiva impulsada por el Gobierno Nacional, las contribuciones patronales se ven afectadas por dos modificaciones. Por una parte, la inclusión de un incremento del mínimo no imponible para la determinación de las contribuciones patronales y, por otra, un incremento gradual del porcentaje con el cual se determinan estas contribuciones.
El mínimo no imponible se aplica sobre la totalidad de los salarios abonados por cada unidad económica y significa que se debe detraer este monto del sueldo bruto para luego aplicar sobre el remanente la alícuota unificada con una reducción del costo laboral de las empresas.
La medida anunciada la semana pasada, el mínimo no imponible era de $7.000 (este valor incluye la inflación del año anterior) y a partir de ahora se llevará a $17.500. con lo cual el ahorro por trabajador se incrementa en $1.800 por mes aproximadamente.
Para el sector vitivinícola en su conjunto puede estimarse un ahorro en el pago de contribuciones patronales de poco más de 2.000 millones de pesos por año.
Por otro lado, Coviar trabajó intensamente, durante los últimos dos años, en dejar trazada la necesidad de un incremento en los reintegros a la exportación y fue planteada en las diferentes reuniones y encuentros mantenidos con funcionarios del Gobierno Nacional.
De acuerdo a datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, el complejo vitivinícola (vino, jugo concentrado de uva, pasa de uva y uva en fresco) exportó alrededor de 1.000 millones de dólares en 2018. Suponiendo un valor similar para 2019, el pago de derechos de exportación significaría este año más de 3.000 millones de pesos para el sector.
Actualmente, Argentina vende al mundo productos vitivinícolas de provenientes de Mendoza, San Juan, La Rioja, Salta, Río Negro, Neuquén, Catamarca y Buenos Aires, entre otras regiones, lo que marca la federalidad la producción de uva y la importancia de la actividad para una cantidad significativa de provincias argentinas.
Según estudios de la Universidad Nacional de Cuyo, la carga impositiva sobre el excedente de explotación en la producción de uva es mayor al 40%, mientras que en una bodega los impuestos significan más de 60% del excedente de explotación.