Lo asegura el titular de Gráfica Lencioni, para quien el diseño y la comunicación debe “cachetear” al consumidor de hoy que se “harta” fácilmente de las mismas etiquetas. La sorpresa es motor de compra.
Para especialistas en packaging, el diseño debe acompañar al consumidor sofisticado para quien hoy, el cambio de etiqueta y su innovación permanente es un motor de compra en contraposición al consumidor de años atrás, mucho más conservador y fiel a un estilo único de comunicación de los productos.
Así lo explicó a Comercio y Justicia Pablo Lencioni, gerente general de Gráfica Lencioni, la empresa con más de 50 años en el mercado y que durante estos últimos, se ha especializado en packaging como servicio de valor agregado.
“Es mucho lo que se vende por medio del packaging porque genera un impulso de compra y venta, es por eso que debemos estar muy aggiornados a las demandas de un público que se cansa rápido y que a diferencia de años anteriores sigue comprando su producto de preferencia aunque sus colores o motivos sean otros. Por lo contrario, lo nuevo; lo cautiva y lo invita a seguir siendo fiel a esa marca”, explicó Lencioni, quien disertó semanas atrás en Dinova 2015, Congreso Internacional de Diseño e Innovación, que se llevó a cabo la semana pasada en el Auditorio de la Sede Campus de la Universidad Siglo 21 en Córdoba.
“Por ejemplo, está comprobado que los consumidores de vino no compran siempre la misma etiqueta; por el contrario, van variando en función del precio y la etiqueta, es un consumidor ávido de probar caminos nuevos”, añadió.
En ese sentido, y como especialista en Diseño, asegura que mientras no se modifique el logotipo y el nombre de la marca, la creación del packaging puede jugar con innumerables recursos entre color y formas -dependiendo de lo que se quiere comunicar- para cautivar a un consumidor dinámico y sofisticado. Este perfil dista mucho del comprador de años atrás, mucho más conservador y unidireccional. “Estamos hablando de un consumidor de entre 30 y 50 años”, apuntó. En ese sentido, recordó que si, años atrás, a la “Coca Cola le cambiaban el color rojo de su etiqueta, probablemente no la compraba nadie, ahora, la marca no tiene problema de pintarla de verde; al contrario, es otro motor de compra”, aseguró.
Por eso, destacó, lo exitosas que son las ediciones limitadas. “Hay que cachetear al consumidor, sorprenderlo todo el tiempo, con nuevos diseños, con beneficios en los materiales, pensando en su perfil, en el lugar de compra, entre otros”, añadió.
La especialidad
Para brindar este servicio de valor agregado, Gráfica Lencioni apela al asesoramiento y a la honestidad con el cliente. “Debemos cumplir en el proceso con lo que prometimos en la venta y debemos adecuarnos a cada consumidor, tenemos que tener en cuenta que hay tantos consumidores como barrios o espacios de compra”, agregó.
Como asesor de pymes, Lencioni también recomienda a las marcas a aventurarse y animarse a cautivar al comprador. “Es necesario que se actualicen, que conozcan el ADN del comprador, que se profesionalicen las más grandes y las más chicas, que usen la gran ventaja de conocer al cliente porque el dueño atiende el mostrador. Y que recuerden que cuánto más sobria es la comunicación o la marca, el consumidor la suelta más rápido”, aseguró.
Gráfica Lencioni ha sido una de las pioneras en este aspecto, hoy 50% de su producción está destinada al diseño, investigación y fabricación de packaging.
En cuanto al mercado de Córdoba en materia de diseño, indicó que tras la centralización de las empresas de publicidad y comunicación en Buenos Aires, recién, “durante estos últimos años”, Córdoba ha mirado a la industria del packaging con un enfoque más profesional, orientado a la calidad y al valor agregado.