ESCUCHARLa “revolución de los aviones” no es un invento argentino sino una realidad regional. No sólo crece a niveles récord, sino que tiene potencial: en 20 años generará 32 mil millones de dólares del PBI regional. En esa perspectiva, habrá más líneas aéreas y el doble de pasajeros
Por Javier De Pascuale – [email protected]
La “revolución de los aviones” que permitió en 2018 en la Argentina superar el récord histórico de pasajeros transportados, llegando a la cifra de casi 30 millones, es un fenómeno no sólo nacional sino regional, llegando a configurarse como un “importantefacilitador del crecimiento económico regional”, evaluaron ayer representantes de las aerolíneas que operan en la región, reunidas en una cumbre internacional del negocio aerocomercial en Seúl, capital de Corea del Sur.
Efectivamente, según el análisis realizado por el vicepresidente para América Latina y Caribe de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Peter Cerda, el transporte aéreo en el subcontinente lationamericano generó el año pasado “156 mil millones de dólares anuales del PBI y aportó 7,2 millones de empleos”, siendo uno de los rubros de negocios con mayor nivel de crecimiento. Y no sólo actual, sino futuro: “Se estima que el volumen de pasajeros se duplicará en la región para el 2034, pasando a generar 32, 2 mil millones de dólares del PBI”, reveló Cerda sobre la potencialidad del nicho.
Los datos se conocieron durante la jornada de apertura de la 75 Reunión Anual de IATA que comenzó ayer en la capitalcoreana. “El poder de la aviación conecta la región con 160 ciudades de todo el mundo en 2,6 millones vuelos por año, fomentando el crecimiento de negocios, lazos entre personas y viajes personales”, precisó el responsable regional de la entidad que agrupa a todas las compañías aéreas del planeta.
Indicó el directivo que “la perspectiva económica regional para 2019 es positiva con las aerolíneas latinoamericanas establecidas para aumentar la rentabilidad en comparación con 2018, permitiendo así que la aviación sea un motor del crecimiento económico y de desarrollo cultural” para los pueblos latinoamericanos.
Pero advirtió que “esto solo sucederá si la industria puede crecer sin obstáculos y si los obstáculos se abordan de manera efectiva”.
El razonamiento va en línea con la política que viene desarrollando Transporte de la Nación en la materia, liberando autorizaciones para que puedan operar nuevas compañías y autorizando rutas internas e internacionales a esas nuevas aéreas, varias de ellas “low cost”.
El nuevo mapa aerocomercial del país sumó, a partir de 2015, a Norwegian, JetSmart, Flybondi, Flyest y Avianca, que se agregan a Aerolíneas Argentinas, Latam, Andes y Sol.
Actualmente según Transorte, surcan los cielos argentinos 118 aviones: 82 de Aerolíneas Argentinas, 16 de Latam, 5 de Andes, 5 de Flybondi, 3 de Norwegian, 3 de JetSmart, 2 de Avianca y 2 de Flyest.
Entre otras cosas, esto permitió pasar de 90 conexiones de cabotaje a 138 y de 92 internacionales a 150.
Según datos de la cartera que conduce Guillermo Dietrich, de los 29, millones de personas que tomaron un vuelo en el país el año pasado, unas 440 mil lo hicieron por primera vez.
De los registros de las aerolíneas surge que 215.000 pasajeros de Aerolíneas Argentinas volaron por primera vez, otras 130.000 hicieron lo propio en Flybondi, 90.666 en Latam y 3341 en Norwegian (que inició sus operaciones en el último trimestre del año).
En algunos casos, los primerizos representan un porcentaje significativo sobre el total de pasajeros, como es el caso de Flybondi, en el que representan el 15%.
Reclamos del sector
No obstante las cifras, el sector enfrenta “obstáculos” que según lo difundido ayer en Seúl, afectan la rentabilidad en relación con las utilidades obtenidas por las aéreas en otras regiones. “A la industria le va bien a escala global, ya que en 2017 y 2018 registraron fuertes niveles de ganancias y esperamos que las ganancias operativas de 2019 se mantengan alto.
Sin embargo, al comparar la rentabilidad de las aerolíneas en América Latina y el Caribe con el resto del mundo, el beneficio por pasajero es menos de la mitad del promedio mundial”, confió ayer el jefe regional de IATA.
En ese sentido, señaló que “el aumento en el costo del combustible o un nuevo impuesto implementado por los gobiernos, seguramente afectará este ya reducido margen de beneficio”, no obstante, aclaró que hoy “la industria aérea latinoamericana tiene poco parecido con lo que era en principios de siglo”.
“Solo en la última década, el número de pasajeros transportados por las aerolíneas de la región ha llegado a más del doble.
Los consumidores se están beneficiando, ya que los viajeros de la región están aprovechando una caída del 64% en los precios de boletos globales en comparación con 1990. Y el número de opciones de viaje ha aumentado de manera exponencial, con nuevas rutas y nuevos productos y servicios”, remarcó Cerda.
Apuntó que “las aerolíneas en América Latina han aprovechado la oportunidad para construir marcas transnacionales, como Avianca y Latam y además se firmaron acuerdos de negocios conjuntos y se están ampliando, como por ejemplo la alianza entre United, Copa y Avianca. También se incrementaron las compañías de bajo costo”.
