ESCUCHAREn un panorama de aguda contracción financieras, donde todas las instituciones ajustan créditos y gastos, el Banco Credicoop puso en marcha un plan para convertirse en el primer banco privado del país.
La institución, que esta semana cumple 30 años, ocupa hoy el noveno lugar en el ranking y es la única entidad de capitales íntegramente argentinos.
La entidad celebró el viernes pasado en Córdoba su aniversario con un acto en el Teatro Real. En un encuentro previo, sus directivos nacionales y locales dieron cuenta a la prensa local de los planes de expansión del banco en el país. “El Credicoop es heredero de las antiguas cajas de crédito cooperativo imperantes en el país hace cincuenta años”, señaló Ricardo Sapei, el número dos del banco detrás de Carlos Heller, su presidente. El banco, de estructura cooperativa, pegó un fuerte envión justamente a partir de la anterior crisis del 2002 y hasta ahora ha sido la institución de mayor crecimiento en el país. Pasó de 30 mil cuentas corrientes a 90 mil que ostenta en la actualidad.Tiene 244 sucursales en todo el país, once de ellas ubicadas en la provincia de Córdoba. El 75 por ciento de sus créditos están destinados a la pequeña y mediana empresa (pymes) y el 25 restante a las personas. “El banco no posee Departamento Pyme, precisamente porque todo su público son estas empresas”, señaló Sapei.
El crecimiento del Crediccop se debe a que sus políticas han tenido una orientación diferente al común de los bancos, opinan sus directivos. Sergio Clur, subgerente general, dijo que la institución viene sosteniendo una urgente reforma del sistema financiero nacional y establecer regulaciones. “Hoy los bancos pueden hacer todo lo que no está prohibido por la ley”, señaló el directivo. En este sentido, el Credicoop defiende el concepto de la “rentabilidad necesaria, no la máxima, y tasas de interés acotadas” a contramano de lo que hacen el resto de las entidades.
El resultado de estas políticas ha sido la total desaparición de la banca nacional, absorbida por las entidades internacionales. Además, en la crisis se ha visto “un incumplimiento de la promesa con la que llegaron: asistir con fondos de sus casas centrales cuando el sistema es afectado por una crisis” , apuntó Sapei.
