Frente Mar busca optimizar su distribución y participación en ferias y posicionar la producción literaria cordobesa. El colectivo permite lograr visibilidad ante los espacios gubernamentales que gestionan actividades culturales.
Un grupo de 10 editoriales cordobesas se unieron con el nombre de Frente Mar para optimizar su distribución, mejorar su difusión y posicionar la producción literaria cordobesa.
También buscan ser voces referentes y generar transformaciones desde los espacios de gobierno que estimulan las actividades culturales.
Comercio y Justicia dialogó con sus representantes, quienes en la voz de Bárbara Couto se explayaron sobre los beneficios de la unión y el creciente mercado editorial cordobés, apoyado por un marco cultural en auge e impulsado por una característica innata de los nuevos editores: el empuje y la creatividad que les permite apostar por una gran diversidad de autores.
-¿Cómo surgió la iniciativa? ¿Con qué fin?
Frente Mar surgió concretamente de una convocatoria para una feria. A partir de ahí nos fuimos reuniendo para perfilarnos como un colectivo de editoriales que busca realizar acciones en conjunto para beneficio de todos. Evaluamos temas relacionados con la distribución, la impresión, la participación en ferias, el posicionamiento de nuestros libros; así como la posibilidad de generar un frente común para debatir políticas públicas sobre el sector editorial con el fin de provocar cambios necesarios. Por el momento estamos empezando a darle forma al colectivo a partir de las discusiones y puestas en común de la diversidad de visiones, con la apuesta de que es posible como fuerza de grupo.
– ¿Quiénes la componen?
Somos 10 editoriales de Córdoba de propuestas diversas, como Borde Perdido, Dínamo Poético, Documenta/Escénicas, Ediciones de la Terraza, Letranómada, Llanto de Mudo, Los Ríos, Nudista, Pan Comido, Tela Papel Madera.
-¿Cuántos libros producen entre todos? ¿Cuántos títulos por año?
La realidad de cada editorial es diferente. Algunos tienen sistemas de impresión a demanda, otros lo hacen con pequeñas cantidades y otros en tiradas mayores por sistema offset. También según la editorial, algunos hacen libros objeto, otros libros de tela y también e-book, pero la mayoría es libros en papel. La cantidad de títulos es muy variable.
– ¿Cómo será su edición, comercialización y distribución?
Si bien estamos barajando ideas y proyectos que apunten a fortalecer la comercialización y la distribución en conjunto, cada editorial se maneja de forma autónoma. Sí estamos trabajando en conjunto, en la participación colectiva en ferias para atenuar gastos y poder beneficiarnos con una mayor visibilidad, en lugares en los que sería más difícil hacerlo individualmente.
– ¿Cuál es el principal beneficio de esta red, tanto en lo relativo a posicionamiento como a lo económico?
En este corto tiempo desde que iniciamos como colectivo logramos una visibilidad dentro del sector que nos permitió sentarnos a idear nuestras propuestas con la Municipalidad de Córdoba y con el Ministerio de Cultura de la Nación. También estamos impulsando, con otras editoriales, un foro de editoriales de Córdoba con miras a lograr mayores beneficios para el sector.
-Desde lo económico, ¿cómo se puede potenciar la venta y actividad en conjunto?
-Estamos ideando soluciones conjuntas para mejorar la distribución y venta de nuestros libros. En ese campo por ahora sólo hemos compartido el esfuerzo de concurrir a ferias, lo que, por separado, no era muy rentable por los gastos que implican los traslados y los viáticos. Estamos reuniéndonos para poner en común puntos de vista sobre distribución, posicionamiento e incluso la profesionalización de la actividad editorial dentro del colectivo.
-¿Cómo está el mercado de las editoriales independientes? ¿Cuántas editoriales hay en Córdoba en total? ¿Hay lectores para todas?
El mercado de editoriales independientes creció mucho en los últimos años. Hay una gran proliferación de editoriales, con propuestas muy diversas. En particular se puede ver un crecimiento importante en la ciudad de Córdoba.
-¿Qué características tiene Córdoba que permite que esta producción sea cada vez más creciente?
– Claro que la movida editorial va de la mano de una movida cultural y artística en continua ebullición, que tiene epicentro en la ciudad de Córdoba. Constantemente se ve como grupos musicales sacan discos, surgen grupos teatrales y salas, exposiciones artísticas, etcétera. En lo literario no sólo se destaca la producción editorial sino también los festivales y las ferias que aportan actividades constantes. En Córdoba hay mucho empuje y creatividad y es de destacar esto en la labor de los editores que con o sin experiencia, van generando un catálogo renovado que se atreve, en muchos casos, a realizar apuestas por autores que se salen de la norma. También existe una camada de escritores e ilustradores que aportan en la novedad, pero es el trabajo de los editores que impulsan muchos de los libros de los que hoy se hablan y que, además, se animan a publicar también autores de otras geografías. Hay una renovación estética importante que todavía tiene mucho por explorar y darse a conocer.
-¿Cuál es el mayor desafío para ustedes?
– El desafío es llegar al mayor número de lectores posible y abrirles la puerta a la bibliodiversidad que existe hoy en Córdoba. No tenemos nada que demostrarle a nadie, sostenemos una literatura de calidad y renovada, sólo es necesario echarle un ojo a nuestras páginas y comprobarlo.