La principal razón por la cual las empresas buscan desarrollar modelos propietarios es la posibilidad que les brindan de generar soluciones acordes con la necesidad de cada cliente y lograr así más efectividad en los resultados que esperan de ellos, según indicó un estudio de Makana Comunicación Estratégica.
La firma farmacéutica internacional Pfizer, por ejemplo, cuenta con programas globales que promueven la creación de procesos e iniciativas innovadoras en todos los niveles de la compañía, impulsando el desarrollo, la ejecución y la implementación de ideas creativas.
A la hora de pensar en los rasgos necesarios para promover la innovación, los expertos coinciden en que se debe mantener una identidad sólida que se refleje en cada paso, se desarrolle una cultura de innovación y se concentre con un foco estratégico.
Santiago Luque, director de Innovación de Apex América, empresa argentina líder en BPO (Outsourcing de procesos de negocios), con presencia en siete países de América -incluido Estados Unidos-, sostiene que en Apex entienden que innovar no es sólo aplicar ideas superadoras sino que es una forma de ser y hacer empresa, reconociendo que los procesos no son normas escritas en papeles sino el fiel reflejo de la dinámica de la empresa. “Desde esta metodología y gracias al gen innovador que generamos en la empresa, logramos desarrollar el Modelo Propietario de Excelencia Operativa, que nos permite ajustarnos a las necesidades y expectativas de nuestros clientes, logrando establecer modelos propios de Gestión de RRHH, de Infraestructura e IT y de RSE, que nos permite desde el voluntariado y la creación en conjunto lograr altos resultados. Gracias a esto logramos capacitar a nuestros colaboradores, formar talleres de innovación, formar líderes, proyectos y casos”, explica Luque.
Una de las características más importantes, sin la cual la innovación se vería amenazada, es el trabajo interdisciplinario. “Es imposible que surjan ideas si se trabaja de manera aislada; las nuevas ideas no dependen de una disciplina sino de las aptitudes de las personas”, agrega.
Por eso hay que crear un ámbito creativo e integrador. Fomentar el espíritu innovador es también dar confianza a las personas, oír y evaluar sus propuestas. A éstas previamente se les deben fijar algunos objetivos para que sean innovadoras y que surjan de las problemáticas actuales.
La innovación no es sólo tener avances tecnológicos, pese a haber estado casi siempre ligada a un contexto exclusivamente industrial y tecnológico. También puede basarse en la detección de una nueva línea comercial o en la capacidad de las empresas para mantener la mayor cuota de mercado posible.
Estas iniciativas abarcan desde los más pequeños cambios hasta la fabricación de nuevas propuestas para el mercado. Las empresas deben asumir que la innovación afecta a todas sus áreas funcionales, desde la del diseño y el desarrollo de bienes y servicios, la comunicación y el marketing, hasta la internacionalización, los recursos humanos, los procesos o la gestión empresarial.
En este sentido, el director de Innovación de Apex recuerda que hasta el Modelo propietario de Responsabilidad Social Empresarial está pensado con base en una propuesta innovadora: invitan a los colaboradores a proponer sus propios proyectos de impacto social, según sus motivaciones e intereses personales. Es decir, aquí la pirámide se invierte: “Empezamos por nuestra gente y terminamos por los accionistas. Ése es básicamente el sentido de nuestros modelos propietarios, que se basan en recursos humanos”, fundamenta el directivo.
“Hoy sabemos que el éxito empresarial ya no se obtiene solamente gracias a la excelencia operativa, sino también debido a la implementación de técnicas innovadoras para enfrentar los desafíos, nuevas formas de movilizar el talento, asignar recursos y desarrollar estrategias”, concluye Luque.