Para la consultora Idesa, el gasto público es el desencadenante de la menor disponibilidad de bienes, que se agravará con el endeudamiento.
Los datos oficiales muestran un desequilibrio grande y creciente entre la demanda y la disponibilidad de bienes y servicios, que se licúa con la suba de precios para que sea consistente con la oferta disponible, señala un informe de Idesa sobre las causas de la inflación.
La consultora apunta al desbordante crecimiento del gasto público como factor desencadenante de una futura crisis. Con la presión impositiva en niveles inéditos, apropiados los ahorros previsionales y las reservas internacionales, los litigios contra la Anses por incumplimiento de la movilidad, se espera, a través del canje de la deuda externa en default, generar una nueva fuente de financiamiento público.
Pero en este contexto, la posible reinserción de la Argentina en los mercados financieros internacionales no aparece como una solución, sino como la vía para prolongar la agonía. Idesa apunta que la forma de “ajustar” la economía, vía inflación que tiene lugar hoy, es muy regresiva porque el mayor impacto es sobre los hogares de bajos ingresos.
Mejorando la calidad de las políticas publicas se podría, aprovechando el contexto externo favorable, evitar estos costos sociales. En 2009, la demanda por bienes y servicios –es decir, el consumo privado, el consumo público, las inversiones y las exportaciones– medida en términos nominales, a los precios de cada año, es 310% superior al nivel del año 2000 y la oferta agregada es apenas un 36% superior.