ESCUCHARPor efectos de la crisis, son más los inquilinos que quieren dejar de pagar sus rentas y buscar la forma más económica de tener su casa propia. A esto se le suman los pequeños ahorristas que evitando guardar el dinero en el banco, invierten en inmuebles de bajo costo.
Una fiel muestra de esta situación es el aluvión de consultas que este mes están recibiendo las empresas de construcciones prefabricadas. Según un sondeo realizado por Comercio y Justicia, en un enero atípico las consultas han aumentado hasta 50 por ciento en relación con los mismos períodos de años pasados, e incluso en comparación a meses anteriores.
“Viene gente desesperada que quiere dejar de pagar alquiler y está averiguando precios con la idea de iniciar la construcción en marzo”, comentó Estela Arnaudo, de Gold Construcciones, una joven empresa cuyos dueños acusan una experiencia de 20 años en el rubro.
La fuerte demanda de este tipo de viviendas proviene de un segmento de clase media, en su mayoría matrimonios jóvenes, que montan estas estructuras en terrazas o patios, generlamente cedidos por suegros o padres, según precisó Mariela Andrada, de Mi Kasa Construcciones, una firma de 16 años en el mercado.
Sucede que este tipo de construcción es hasta un 60% más económica que la tradicional. Según un dato aportado por Marco Vega, representante en Córdoba de Viviendas El Rey -empresa con sede en Buenos Aires, que registra una venta mensual de más de cien casas en el país-, el m2 de premoldeado promedia los 700 pesos, cuando el m2 de construcción tradicional ronda los 1.600 pesos.
Para estos casos, la mayoría de las firmas proponen una financiación que arranca de 12 y llega a 48 cuotas.
Pero la diferencia de costos no parece ser la única ventaja del sistema. El otro sector que se vuelca a esta tipología es el pequeño ahorrista que ya compró su terreno en la sierras y que quiere habitar su casa en forma inmediata.
“La practicidad y la entrega rápida en 30 días, como así también el conocimiento sobre la evolución que ha tenido la calidad de estos sistemas, seducen a estos inversores”, comentó la responsable de ventas Elena Sánchez, de Viviendas Colón.
En ese sentido, Vega observó que en contraposición a otras épocas, abundan las consultas por compras con dinero de contado.
Según las fuentes entrevistadas, entre 50% y 70% de la demanda responde al usuario final, mientras que el resto atiende al empresariado turístico que invierte en complejos de cabañas.
Repunte de años
Este crecimiento que hoy puntualmente trasciende por la crisis, ya se viene registrando en forma paulatina hace más de tres años, según coincidieron los referentes.
“El auge se debe al descubrimiento por los usuarios de que pueden acceder a su propia casa a un costo menor y con materiales duraderos, de buena calidad y seguros”, explicó Vega, quien recordó que este modelo americano es ampliamente utilizado en Europa y en Estados Unidos. “El sistema ha evolucionado tecnológicamente a tal punto que la gente está desmitificando esto de que la prefabricada es una vivienda barata y endeble”, coincidió Andrada, de Mi Kasa Construcciones.
