Esta empresa cordobesa, pionera en el tratamiento de residuos electrónicos, sextuplicó su producción en sus seis años de existencia. Recibe material de compañías y entidades de otras provincias y de rubros tales como telecomunicaciones, municipios, hospitales y call centers, entre otros
3R Ambiental, empresa pionera en Córdoba en el tratamiento de la basura electrónica, comenzó a trabajar en el año 2010 reciclando diez toneladas de basura electrónica por mes, número que hoy se eleva a 60 toneladas mensuales.
Esto representa un crecimiento de 500%, tanto en términos de volumen como de facturación, según indicó el CEO Gastón Donadille, quien recordó que para hacer posible este crecimiento la empresa amplió su estructura industrial -ubicada en la ruta 9 Norte km 5,5 (a la salida de Guiñazú y sobre el municipio Juárez Celman) -de 300m2 a 2.300 m2 durante estos últimos dos años
En la actualidad cuenta con 300 clientes -en su mayoría corporativos- cuyos descartes son frecuentes porque en su operatoria la renovación de tecnología es constante, según explicó. Los rubros son de lo más variados, entre bancos, call centers, empresas de telefonía, hospitales, municipios, escuelas, entre otros.
La firma dispone de una logística tal que le permite trabajar con firmas de todo el país. Hay clientes en Mendoza, Entre Ríos, Buenos Aires y Tucumán.
Crecimiento
La firma está trabajando al tope de su capacidad instalada y se encuentra en un proceso de análisis para promover el crecimiento.
“Aumentamos la superficie o incorporamos tecnología para automatizar nuevas líneas de procesamiento y no depender del espacio de almacenamiento para lo cual necesitamos encarar una inversión muy alta. Si bien sabemos que lo más conveniente es invertir en tecnología porque nos abarata los costos salariales , no es momento de tomar ninguna decisión, la industria está en recesión y necesitamos un panorama más claro en lo económico”, precisó Donadille.
La incumbencia
La empresa participa en la instancia 1 y 2 del proceso de reciclado, es decir, se hace cargo de la recolección, desmantelamiento, clasificación y comercialización de las partes que pueden ser reutilizadas por otras industrias. El plástico se vende en su mayoría a empresas de Córdoba que lo reutilizan; el material ferroso se destina a Rosario, donde se ubica una de las principales industrias siderúrgicas; y el material no ferroso, como el aluminio, se vende la totalidad a firmas cordobesas que lo necesitan como insumo. Por otra parte, las plaquetas con circuitos impresos se exportan a Europa
La fase 2 del proceso está compuesta por empresas que son propiamente recicladoras, es decir, transforman el material en otro reutilizable y la fase tres, más especializada, son las industrias que la utilizan para la producción de partes.
“Incorporamos una nueva unidad de negocios que es el reciclado de cables, actividad que antes derivábamos a Buenos Aires y que ahora forma parte de nuestro negocio”, aclaró
Gastón Donadille.