ESCUCHAR
Por Luz Saint Phat / [email protected]
La productividad, la eficiencia y la coyuntura muchas veces atentan contra la realización personal. Qué es necesario tener en cuenta para enfrentar los desafíos que se imponen a diario
Sin dudas, el trabajo es uno de los ejes centrales de la vida de las personas. No sólo por su función económica sino que también tiene un lugar importante en la vida psíquica.
No obstante, la época asiste a un proceso que puede llegar a extremos productivos que generan malestares significativos en los individuos. Esto, sumado a un contexto económico de crisis en el que escasean las oportunidades para que tengan el trabajo deseado.
– Producir más, ser más eficientes, realizarse por medio del trabajo parecen ser algunos de los imperativos de la época. El trabajo es central, claro, pero ¿qué sucede cuando este ideal no se manifiesta en la realidad? ¿Cómo se presenta ese malestar en las personas? ¿Es plausible desarticular (aunque sea un poco) estas nociones?
– Es primordial concebir al trabajo como un organizador psíquico. Esto es realizarse a través del trabajo o, por lo contrario, significa desarrollar una tarea que afecta en nuestra subjetividad. Sobre todo si pensamos en una época en la que poseer trabajo, sea el que deseamos o no, se trata de una cuestión verdaderamente de privilegio.
La demanda de eficiencia, eficacia y flexibilidad horaria -que se ha convertido en muchos casos en más trabajo fuera de los horarios pautados- pone muchas veces presión en quienes ocupan distintos puestos. La idea, que circula en la actualidad, de «que quien quiere puede» es muy eficientista y deja por fuera muchos factores que son necesarios insertar en una lectura más compleja.
Es posible desarticular esas nociones en la medida en que la persona pueda encontrarse con algunos recursos para atravesar el trabajo. A veces no es la actividad en sí misma la que sostiene ciertas posibilidades sino el grupo social de pares. En otras ocasiones, algún responsable de mayor rango brinda algunas herramientas y, en otros casos, el afuera brinda opciones de algunas satisfacciones y el trabajo asalariado es el medio para lograr esos fines.
– ¿Es posible en estos tiempos conciliar la vida personal con la vida laboral, sobre todo en los casos en que el trabajo no es el espacio de realización de las personas sino sólo (y no por eso menos importante) un medio de subsistencia?
– En algunos casos sí. Hay quienes, aun cuando no realizan la actividad que hubiesen elegido en primer término, encuentran algún desafío en su desempeño o algún aspecto en el que consideran que pueden crecer, aprender o desarrollar alguna habilidad. También está relacionado con la política de la organización: si hay o no posibilidades de nuevos aprendizajes, premios o interacción con los participantes de los diferentes puestos. De cualquier manera, es algo a trabajar en muchos casos, ya que a veces prima la desmotivación o cierta frustración, en la que una nueva forma de conciliarse con la vida laboral es algo a construir o deconstruir para disminuir el malestar.
– ¿Cuáles son los síntomas o signos más comunes de «agotamiento» por trabajo que se pueden observar desde el campo de la psicología?
– Se puede observar insomnio, ansiedad o desmotivación en las tareas a realizar. Aun en los casos en que alguien esté desempeñando un puesto acorde con sus intereses o formación, tanto de forma autónoma o en relación de dependencia, es necesario atravesar las dificultades que implica resolver ciertas solicitudes de los otros en lo laboral. Tomar decisiones, responder, resolver, puede generar estrés y agotamiento. Dependerá de las características del trabajo, la personalidad y el contexto.
– ¿Qué recomendaciones se pueden hacer para estos casos?
– Depende de cada caso en particular. En algunas oportunidades, hay posibilidades de compartir algunas experiencias con pares o personas de cargos que toman decisiones respecto a ese grupo. Hablar del malestar quizá permite encontrarse con otros, compartir estrategias, comprender ciertas dinámicas para resolver situaciones estresantes. Eso también permite informarse de cuáles son las incumbencias del puesto y sus límites . Por último, tener en cuenta que, tanto trabajando de forma autónoma o en una organización, al tener que resolver situaciones que implican a otros para gestionar, negociar o resolver, en algún momento aparecerán diferencias y el desafío se presenta a la hora de ver cómo encontrarse con ellas.
PARA TENER EN CUENTA
Algunos consejos para la vida laboral diaria
Con base en estas reflexiones, la Red de Psicólogos compartió en sus redes sociales, algunas recomendaciones que pueden contribuir al disfrute del trabajo.
En primer lugar, se sugiere levantarse con tiempo y desarrollar una rutina que permita iniciar el día de buen humor. Estos rituales pueden incorporar el desayuno o la música.
También se recomienda respirar aire fresco en algún momento del día para despejar la mente, dedicar tiempo a conocer a las personas que integran el equipo de trabajo al que se pertenece, establecer metas personales dentro del trabajo, apropiarse del lugar de trabajo, y practicar la gratitud y la aceptación.
