Cómo hablar de salud mental y evitar la estigmatización

Por Luz Saint Phat / lsaintphat@comercioyjusticia.info

"Las Palabras Importan" es un documento elaborado por especialistas que aborda este tema y se encuentra disponible en el sitio web de la Asociación Argentina de Psiquiatras

¿Cómo hablar de salud mental sin discriminar o estigmatizar, promviendo el pleno ejercicio de los derechos humanos?

Un documento recientemente elaborado por un grupo de especialistas y que se encuentra disponible online en la web de la Asociación Argentina de Psiquiatras (APP) aborda este tema, indicando además cifras de la prevalencia de trastornos de salud mental en la población .

En primer lugar, y según el comunicado de prensa que acompañó la presentación del documento, los profesionales son imperativos al indicar que deben evitar el uso de palabras o nominaciones que tengan "un impacto descalificatorio o peyorativo".

"Términos como ‘enfermo mental, trastornado, loco o demente’, entre otros, deben ser reemplazados por ‘persona con problemas de salud mental’; rotular a un individuo como ‘esquizofrénico, ‘bipolar’ o ‘psicótico’ en lugar de referirnos a él como una persona con esquizofrenia, trastorno bipolar o trastorno de ansiedad, nos impide incluir o reconocer otras facetas y capacidades propias de cada persona", precisaron los especialistas.

La elaboración del reporte fue liderada por los doctores Ricardo Marcelo Corral y Pedro Rafael Gargoloff, representantes de la AAP y contó con el respaldo de profesionales de América Latina .

Además, en la publicación también participaron referentes del Hospital especializado en Neuropsiquiatría y Salud Mental Doctor José Borda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la Asociación de Ayuda de Familiares de Personas con Esquizofrenia de La Plata, la Mesa de Trabajo sobre Salud Mental, la Secretaría de Relaciones Institucionales de la Universidad Nacional de La Plata, y el Hospital Interzonal Neuropsiquiátrico de agudos y crónicos Doctor Alejando Korn, Melchor Romero también de la ciudad de La Plata .

“Históricamente, los problemas de salud mental estuvieron asociados a un estigma por parte de la sociedad. Poco a poco, los psiquiatras estamos buscando cambiar la mirada para que todos veamos a los pacientes como lo que son: personas que tienen una enfermedad como cualquier otra y que, en muchos casos, necesitan de un tratamiento médico. En este sentido, las palabras que usamos para referirnos a la salud mental son cruciales para definir cómo nos posicionamos frente a esta temática”, dijo Corral al momento de la presentación de la guía.

“No hace falta buscar muy lejos para hallar personas con trastornos de salud mental: solemos encontrar alguna entre nuestros familiares, amigos o compañeros de trabajo . En ocasiones, sienten vergüenza de comunicárselo a sus seres más queridos por el estigma que aún persiste. Otras veces, no están diagnosticados, por lo que no se encuentran bajo ningún tratamiento y así su situación continúa empeorando”, describió por su parte Gargoloff, al dar cuenta de la prevalencia de estos problemas en la sociedad.

En tanto, el documento también explica que "el trastorno o enfermedad mental no es culpa de la propia persona ni de sus familiares; al igual que otros problemas, es producto de un conjunto de factores, en este caso incluye tanto biológicos, como psicológicos y sociales"

Es por esto, indicaron los especialistas, que es "importante mencionar que debe tenerse un especial cuidado en la información de salud mental de niños, niñas y adolescentes, siendo vitales el rigor y las palabras e imágenes empleadas en el contenido informativo para no herir susceptibilidades de los más jóvenes".

Impacto profundo

Un tema interesante que plantea el trabajo es que los efectos de discriminación y estigmatización alcanzan incluso a aspectos más complejos que hacen a la inclusión plena de las personas a la sociedad y al ejercicio de sus derechos.

En este sentido, es posible que está población enfrente dificultades en el acceso a los servicios socio sanitarios y en el ingreso al mercado laboral, se precisó.

Mientras, otro de los puntos que se busca derribar en ‘Las Palabras Importan’ es el de la percepción de las personas con problemas de salud mental como más violentas. "Hay numerosas evidencias que permiten aseverar a la peligrosidad como errónea y, en todo caso, es multicausal en tanto son diversas las razones que pueden llevar a un sujeto a comportarse de forma agresiva y no es posible reducir esta problemática a la mencionada y errónea vinculación causal entre trastorno mental y violencia. La realidad muestra que no es así; de hecho, son más frecuentemente víctimas de violencia", señaló el reporte.

Entre otras cuestiones, se recomienda también dejar de lado expresiones como personas que sufren o padecen ya que, en realidad, es posible llevar adelante una "vida plena con el tratamiento y entorno adecuados", dice el parte de prensa.

Género

En materia de género, la misiva institucional recuperó observaciones vertidas en el reporte que tienen amplia relevancia.

El trabajo explica que a las mujeres que poseen algún tipo de problema en materia de salud mental, generalmente se las considera “desde la compasión y desde una postura paternalista, dejando implícita la imposibilidad de cumplir roles como el de profesional, madre, compañera o amiga”.

En este sentido, se recalca que “es importante no caer en estereotipos de género, es decir, no aplicar la perspectiva de género en el ámbito de la salud mental, dado que es radical al momento de dar voz y protagonismo a quienes viven con esta enfermedad, a fin de no recaer en los tradicionales prejuicios tales como la ‘debilidad de carácter’ o la ‘culpa’, prejuicios que, como es sabido, aplican con mayor intensidad a las mujeres y a las personas mayores”.

EN NÚMEROS

Según la OMS , 1 de cada 4 personas presentará algún trastorno de salud mental en algún momento de la vida.

En Argentina, según una investigación denominada Estudio epidemiológico de Salud Mental en población general de la República Argentin a , publicado en Revista Vertex en 2019, la prevalencia de un trastorno de salud mental fue de 29,1%, siendo los más frecuentes el trastorno depresivo mayor (8,7%) y el trastorno por abuso de alcohol (8,1%)