Año nuevo: ¿una nueva vida para un nuevo tiempo?

Por Luz Saint Phat/ lsaintphat@comercioyjusticia.info

¿Qué hay en el comienzo de un ciclo anual que emociona y conmueve tanto? Oportunidades, desafíos, posibilidades y festejos. Una reflexión desde el campo del psicoanálisis de orientación lacaniana

El año nuevo, en muchos casos, despierta subjetivamente fantasías de cambio y renovación .

Sin dudas tiene un efecto que puede invitar a la reflexión y permitir indagar sobre qué implica trabajar para una "nueva vida".

Pilar Ordóñez es psicoanalista , miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP) y de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL) . También es adherente al Centro de Investigación y Estudios Clínicos (CIEC) y docente del Instituto Oscar Masotta (IOM) .

Además, es autora del libro Otras Medidas (2021), de Alición Editora.

En diálogo con Comercio y Justicia , Ordóñez delineó algunas coordenadas válidas sobre esta temática.

-¿Año nuevo, vida nueva? ¿Cómo puede pensarse esta frase desde la perspectiva del psicoanálisis de orientación lacaniana?

- Es uno de esos estribillos que repetimos con entusiasmo. A veces porque soñamos que las cosas van a cambiar junto con el orden del mundo , y aunque sabemos que las hojas del calendario son eso, hojas, no dejamos de tener ensoñaciones en las que somos los héroes de nuestras propias fantasías.

Lo cierto es que hablar de algo auténticamente nuevo en la vida no es tan simple . Quienes hacen un cambio que les permita una vida distinta, lo testimonian.

Entonces, una vida nueva se obtiene con un trabajo personal que nos permita inaugurar nuevas maneras de disfrutar . Quiero resaltar eso, que en psicoanálisis las novedades en la vida se pescan de tres maneras. Una, cuando algo se inaugura , se abre una posibilidad que no estaba, se empieza a escribir algo que era inédito. Lo escuchamos en los pacientes que superan una inhibición, que encuentran por primera vez una forma de acercarse al amor, al deseo o se autorizan a un disfrute. Otra, cuando algo deja de ocurrir , por ejemplo un síntoma que desaparece o una angustia que deja de atormentar. También cuando el libreto inconsciente que venía comandando nuestra vida encuentra un margen para que algo deje de repetirse. Y la tercera, que quizás es la más sutil, consiste en tener una nueva relación con las cosas de siempre. Una nueva relación con el cuerpo propio, o instalar algo distinto en los lazos con los demás, justamente no porque cambiemos de amigos sino porque cambiamos el modo de estar con ellos. Por último, puede renovarse algo más íntimo, lo que llamamos el sentimiento de la vida . Algunos pacientes que estuvieron muy tristes, un buen día, el día en que encuentran su coraje, se libran de esa pátina gris que teñía todo y le encuentran un nuevo sabor a la misma vida que venían llevando.

El tiempo cronológico no comanda los tiempos subjetivos, suele ser al revés. Muchas veces, en los primeros encuentros con un paciente le preguntamos desde cuándo sufre de eso que nos cuenta y, entonces, no escuchamos una fecha; escuchamos un acontecimiento que lo marcó. Desde que murió el padre, desde que se separó, desde que está conviviendo, desde que terminó el colegio, desde que empezó la pandemia. Podríamos decir el refrán al revés, vida nueva, un nuevo tiempo.

-En tu consideración, ¿a qué se debe la importancia que adquiere en el calendario compartido el inicio de un nuevo año?

-¡Qué buena pregunta! La importancia quizás esté en el corte. Instalar un corte puede producir alivio. Muchas cosas en nuestras vidas toman la forma de “maquinita”, “tren”, “encadenamiento”, “sin parar”, “rutina”. Traigo palabras que hoy escuché en el consultorio. Porque así funciona la pulsión, la pulsión nunca llega a una meta, se regodea en su recorrido. Lacan decía que la pulsión no tiene ni día ni noche ni verano ni invierno. Es decir, nunca nos da vacaciones. Por eso, la pulsión tiene algo de mortificante . Me evoca al mito de Sísifo, quien por romper la ley de los dioses es condenado a subir un canto rodado por una colina y cada vez que está por llegar a la cima, la piedra cae y el recorrido se repite al infinito. En ese contexto, ¡un corte es un alivio!

El festejo de fin de año también es un rito que sirve para instalar la lógica de la fiesta. La fiesta hace que gastemos, y no me refiero al dinero únicamente . Es un momento en que entra la lógica del don. Hacemos regalos, servimos comida de más, invitamos, compartimos y vivimos la fiesta como una entrega sin esperar recompensa ni intereses, menos devolución. Sin embargo, esa manera generosa de entregar y perder es una ganancia. Es una ganancia que no se inscribe en las reglas del mercado ni en las del intercambio. La fiesta, el carnaval, las ofrendas son maneras que aún hoy nos funcionan para respirar y separarnos, por un momento, del mundo del mercadeo.

-¿Es justo esta época del año un "buen momento" para replanteos y balances? ¿En qué medida?

- Bueno, es una buena excusa pero el fin del año no es el fin del mundo, ¿no? Haciendo esa salvedad, podemos aventurarnos en balances y replanteos. Pero me quiero detener en eso del “buen momento”. Siempre que un corte tenga algo de arbitrario o de sorpresivo se puede volver un buen momento. Un buen momento para inventar cómo sigue la cosa.

- ¿Se puede pensar lo nuevo como un horizonte de oportunidades y desafíos?

- Lo nuevo tiene siempre sus virtudes y goza de buena prensa. Por ejemplo, si lo oponemos a la tradición, lo nuevo se presenta como una salida estupenda para dejar de sostener ideales pesados, costumbres que nos agobian o rutinas que se burocratizan. Entonces sí, abre nuevas oportunidades y algunas fichas que estaban segregadas pueden entrar en el juego.

Pero me parece fundamental que no hagamos un elogio de lo nuevo por lo nuevo. Lo nuevo, en nuestra época, es también un tirano que viste a la última moda. El psicoanalista francés Jacques-Alain Miller propone la siguiente pregunta: ¿cuánto tiempo algo nuevo permanece nuevo? Como hijos de la posmodernidad, sabemos que cada vez lo nuevo se mantiene por menos y menos tiempo. Los objetos se vuelven obsoletos rápidamente. Lo nuevo por lo nuevo mismo no trae necesariamente algo mejor. Es importante que no se vuelva un imperativo.