Por Luz Saint Phat / [email protected]
La nueva Medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades del país que desarrolla la Fundación Colsecor indicó que 6 de cada 10 participantes de una encuesta se sintieron feliz “la mayor parte” o “todo” el tiempo durante julio. También se interrogó sobre estrategias para afrontar la inflación.
Aun en medio de una crisis económica que complica las perspectivas de la población argentina, un estudio reciente demostró que seis de cada diez habitantes del país se han sentido felices con frecuencia durante el mes de julio.
Se trata de una nueva edición de la investigación denominada Medición de Calidad de Vida en Pueblos y Ciudades Argentinas que desarrolla desde hace tres años la Fundación Colsecor, con el asesoramiento de diseño y método del politólogo Mario Riorda, junto al trabajo de campo de la consultora Dicen y Protección Consultores.
En detalle, el documento mediante el cual se difundieron los resultados observó que 50% de los casos entrevistados precisó que se siente de esta manera “la mayor parte” del tiempo, contra 32% que consignó como respuesta “la menor parte”. En tanto, nueve por ciento precisó se siente así todo el tiempo; cuatro por ciento, nunca y cinco por ciento no contestó.
Vale señalar que esta percepción tiene variaciones de acuerdo con la dimensión de la localidad donde residen los participantes y al tramo etario al que pertenecen.
De hecho, el porcentaje que respondió “la mayor parte” es más elevado en las comunidades de entre 35 mil y 100 mil habitantes, con 54%.
También prevalece más está sensación entre quienes se identificaron en la encuesta con el género femenino (52%).
Al mismo tiempo, la emoción está más presente entre quienes tienen más de 60 años (53%) y entre quienes tienen el mayor nivel de formación educativa (secundario completo), con un porcentaje que alcanzó en este segmento 57% de los encuestados.
Por otro lado, en la comparación interanual, el sentimiento es más prevaleciente en la población que durante 2020, cuando la respuesta “la mayor parte” sólo fue seleccionada por 41%. Asimismo, la opción registró un descenso con relación a 2021, cuando está percepción fue compartida por 53% de la población.
En otras consultas del cuestionario respecto de las emociones, se destacó que 43% señaló que disfruta de la vida la mayor parte del tiempo y 43% que se siente mayormente optimista
En contraparte, 40% indicó que nunca se siente solo; 52% precisó que se autopercibió triste “la menor parte” del tiempo; y 45% indicó que nunca sintió depresión.
No obstante, sí se observaron niveles considerables de preocupación (35% indicó “la mayor parte” y 18% optó por “todo el tiempo”) y de estrés (31% y 13% para las mismas opciones respectivamente).
Migración
Aunque los datos sobre emociones y percepciones de la propia vida de los habitantes son en gran medida positivos, la medición también consideró otras variables.
Un dato interesante que destacó la Fundación Colsecor está relacionado con las intenciones emigratorias
Según precisó un comunicado de la entidad, “la potencialidad migratoria fue uno de los tópicos que abordó la investigación realizada por tercer año consecutivo”.
“Dentro de nuestro país la posibilidad de migrar de ciudades grandes hacia las pequeñas se mantuvo alta y superó el 50% al igual que en el 2021. En contraste, bajó la intención de migrar de localidades pequeñas a grandes. Mientras que en el 2021 fue de 49%, este año descendió al 36%”, indicó la misiva institucional.
“Por otro lado, en la pregunta ‘si tuviera la posibilidad de irse del país, ¿cuán probable sería que usted se vaya?’, 52% del total de los encuestados respondió de manera positiva al igual que el 2021, frente a un 42% que se manifestó de manera negativa con respecto al 43% del año anterior”, aseguró el parte de prensa.
Economía
El documento también consignó datos sobre el cambio de comportamiento de la población frente al alza de precios.
Ante la consulta sobre que modificaciones han realizado las familias por el incremento en el costo de vida, se pudo conocer que principalmente se ha ponderado la compra de ofertas (62% del total de casos) y se han “reducido significativamente” las salidas y las compras (54%).
En menor medida, se consignaron estrategias como financiar los gastos, retrasar el pago de obligaciones impositivas o la compra de bienes para evitar la devaluación del dinero.
Tampoco se observó la prevalencia del ahorro en dólares o limitar el pago de cuotas relacionadas con actividades educativas o recreativas.
La mayoría tampoco consignó como estrategias posibles el cambio del lugar donde se vive o la realización de compras colectivas con vecinos o amistades.
Encuesta
El estudio se realizó del 13 al 29 de julio de este año y consistió en 70 preguntas realizadas a través de cuestionarios digitales que contestaron 1400 personas.
Los indicadores medidos estuvieron relacionados con el bienestar en la vida cotidiana y la satisfacción con el lugar donde se habita.
Para la tabulación, se consideraron las variables relacionadas con el tamaño de la localidad, el género, la edad y el nivel educativo de los participantes.