La psicóloga deportiva Nelly Giscafré plantea que los individuos necesitan estar preparados para enfrentar situaciones competitivas, sin disminuir su rendimiento ante situaciones que pueden generar presión.
Por Luz Saint Phat – [email protected]
Tanto en el deporte como en el trabajo y en la vida, la presión ante situaciones de exigencia pueden jugar en contra de los objetivos planificados.
Nelly Giscafré es psicóloga deportiva, profesora universitaria en esa disciplina y trabaja en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). También es socia fundadora de la Asociación de Psicología del Deporte Argentina y trabajó hasta 2010 como psicóloga del seleccionado nacional de jockey femenino “Las Leonas”.
En conversación con Comercio y Justicia, la especialista explicó cuáles son los aportes de la disciplina para que las personas puedan aprender a competir y loguren conformar buenos equipos y grupos de trabajo.
-¿De qué se trata y a qué se dedica la psicología del deporte?
-Se trata de una de las tres facetas que tiene la preparación y el rendimiento deportivo. La práctica del deporte tiene la parte técnica, de la cual se encarga un entrenador; la parte física, a cargo del preparador físico; y la parte mental, con la cual trabaja el psicólogo deportivo. Éste está formado para comprender lo que es la competencia y enseñar a los deportistas a competir. En la competencia existe ganar y existe perder y hay un montón de facetas que la persona tiene que aprender porque si no aparece el enemigo que es la presión. Se presiona a alguien cuando uno le pide cosas que esa persona no puede dar y uno se presiona a sí mismo cuando nos pedimos cosas que no podemos dar. Sin duda, todo el mundo quiere ganar, tanto nosotros como el otro competidor. Pero el resultado depende de un montón de variables y no sólo de lo que se piensa. Entonces, el psicólogo deportivo está preparado para ayudar a las personas a aprender a competir, que es aprender a ganar y aprender a perder de una manera natural. Otra de las tareas que tiene un psicólogo deportivo es trabajar con las aptitudes básicas que tiene el deportista y también trabajar en la relación entre la personalidad del deportista con la disciplina que realiza. Por ejemplo, no es lo mismo que la persona haga tenis o que haga boxeo; se requieren distintos tipos de habilidad. Otras cuestiones muy importantes son la motivación, la autoestima y la confianza que tiene el deportista en sus habilidades. Además, éste tiene que conocer en cuáles condiciones rinde bien y en cuáles no.
-¿Cuáles son las principales estrategias que se trabajan para aprender a competir?
-Para aprender a competir se necesita un entrenamiento psicológico, pero no es una sola estrategia sino que es un traje a medida. La base es aprender a ganar y a perder. Pero quien tiene que aprender es una persona con sus condiciones particulares; por eso se diseñan técnicas individuales. Y también por esa razón existen diferentes modalidades de enseñar este aspecto del deporte. En esto juega mucho la creatividad del psicólogo.
-La frase “ganó con la mente” ¿tiene su aplicación en la realidad?
-No. Con la mente sola no se puede; para ganar hay que entrenar físico y técnico. La preparación psicológica es sólo una parte. Sí es verdad que los psicólogos deportivos preparamos mentalmente a los lesionados. Por ejemplo, en una ocasión trabajamos con una tenista que se lesionó la muñeca, y luego de entrenar seis meses de manera técnica y mental logró hacer un buen golpe durante un partido.
-¿Qué aplicaciones tienen estas técnicas de la psicología del deporte en el ámbito laboral?
-Tienen muchas aplicaciones. Sobre todo en la preparación de los ejecutivos que tienen mucha presión y por eso rinden muy poco. Y después, además, las técnicas sirven para enseñar a trabajar en equipo.
-¿Y en la vida cotidiana pueden también aplicarse estas técnicas?
-Siempre dice mi amigo Cachito Vigil -quien fue entrenador de Las Leonas- que formar equipos es una constante, tanto el equipo de pareja, el equipo de familia, el equipo en las empresas. El ser humano es gregario por naturaleza. Entonces formar equipos, en un mundo individualista, ayuda a cambiar la vida personal.