Los senadores nacionales aprobaron, a mano alzada y sin debate, una resolución que establece un fuerte incremento en sus dietas, llevándolas a más del doble. La iniciativa fue motorizada por el salteño Juan Carlos Romero, actualmente aliado del oficialismo.
La medida se incorporó sobre tablas, al ser avalada por los dos tercios, y luego se procedió a votar.
Los sueldos de los senadores rondaban los 1,7 millones y se elevaron a más de cuatros millones de pesos netos. Sumado a algunos diferenciales, el bruto podría ascender a más de seis millones de pesos.
Los cuatro libertarios presentes en el recinto, Ezequiel Atauche, Bartolomé Abdala, Bruno Olivera Lucero y Juan Carlos Pagotto, no levantaron sus manos. Tampoco lo hicieron los senadores del PRO, ni los radicales Carolina Losada, Eduardo Galaretto, Rodolfo Suárez, Mariana Juri, Maximiliano Abad y Flavio Fama ni la tucumana Beatriz Ávila.
La resolución, presentada con las firmas de Romero, la neuquina Lucila Crexell y los radicales Pablo Blanco y Daniel Kroneberger, entre otros, sí fue avalada por Unión por la Patria, Unidad Federal, una parte del radicalismo y bloques provinciales.