La defensa del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, mantuvo ante la Justicia británica su versión acerca de que el activista podría suicidarse si es extraditado a Estados Unidos, pese a las garantías de su Poder Judicial, que aseguró que no permanecerá aislado en una prisión de alta seguridad o que incluso podría ser recluido en su país natal, Australia.
El abogado del periodista alega que los argumentos de EEUU no tienen validez jurídica para decidir la extradición de su asistido.
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