Videla: testigo aseguró haber visto a Primatesta y a Menéndez en la UP1

Por primera vez desde que comenzó el juicio a Jorge Rafael Videla, a Luciano B. Menéndez y a otros 29 represores, fue mencionado el entonces cardenal Raúl Francisco Primatesta -hoy fallecido- como uno de los que visitó la Unidad Penitenciaria Nº 1 en el tiempo en que estaban detenidos y eran torturados los presos políticos allí alojados.

Así lo expresó el ex enfermero penitenciario, Eduardo Fonseca, quien en un tramo de su extensa declaración aseguró que el día que fue Primatesta a la cárcel lo hizo acompañado por Menéndez.

En la undécima jornada del juicio, el testigo fue contundente al relatar que vio cuando el entonces teniente Gustavo Adolfo Alsina mataba a golpes a José “Cacho” Moukarzel luego de tenerlo estaqueado desnudo y a la intemperie en uno de los días más fríos del año. El testimonio coincidió con el del ex preso político, Fermín Rivera, quien el martes también acusó a Alsina por el asesinato de Moukarzel.

«Era el día más frío del año, estaba nevando cuando llego a la cárcel para cumplir con mis tareas diarias y siento gritos que venían desde el patio. Después veo que era Moukarzel que estaba estaqueado, le echaban agua fría y le pegaban patadas”, recordó Fonesca.

«Alsina me dice: ‘Lo estamos matando’ y me pide que lo vea”, relató y detalló que los signos vitales del preso estaban normales pero que luego fueron empeorando. Por la noche Fonseca intentó reanimarlo, pero dijo que cuando Alsina lo vio, tiró a Moukarzel «hacía un costado y lo dejó morir. Aún sabiendo que estaba muerto seguía golpeando el cuerpo y se mataba de risa”, reveló.

«Era normal que Alsina golpeara a los presos. Una vez le sacó el oxígeno a (Luís ‘El gordo’) Verón y le pone la pistola en la cabeza y lo amenazaba con matarlo. Luego aparece muerto en una de las fugas fraguadas”, dijo.

Ésta es la primera vez que el enfermero declara sobre estos hechos ocurridos en la UP1, y dijo que no lo hizo antes porque «sentía miedo”.

Según dijo, el militar Alsina, en mucho de los casos acompañado por el cabo Miguel Ángel Pérez, «golpeaba en forma salvaje a los presos” que eran considerados subversivos.