La cuarta semana del juicio en contra del ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, y otros cinco represores por delitos cometidos durante la dictadura militar, comenzó ayer con una nueva audiencia de testimoniales en el caso Morales.
La novena audiencia del juicio oral y público que se realiza en los Tribunales Federales de Córdoba se inició con el testimonio del ex juez federal Eudoro Vázquez Cuestas, quien se desempeñó en Bell Ville entre febrero de 1975 y marzo de 1985.
El ex magistrado, lejos de brindar datos esclarecedores, dio respuestas escuetas y en vocabulario plagado de tecnicismos jurídicos. “Lo que está en el expediente es lo que pasó”, dijo ante las preguntas de la fiscalía y la querella.
Dentro de lo más importante ocurrido ayer fue la aceptación, por parte de Vázquez Cuestas, de que la Justicia estaba subordinada a los poderes del Ejército. “Yo sólo cumplí con la legislación vigente, porque los jueces tenían la obligación de hacerlo así”, se justificó.
La abogada María Elba Martínez le preguntó si no podían exigir la libertad, a lo que Vázquez Cuestas respondió: “¿Con qué potestad? ¿Con qué fuerza le exijo al Ejército?”, dejando al desnudo una realidad que es bien conocida: la Justicia en la época del proceso no era ajena a la realidad del país y, además, no era para nada equitativa, según expresó la letrada, aunque el testigo se encargara de aclarar varias veces que él jamás recibió presión ni órdenes de nadie.
En tal sentido, la profesional enfatizó que cuando la Justicia de entonces se hacía cargo de algunos de estos casos, los jueces no se preocuparon por comprender qué había pasado desde el momento en que las personas habían sido “detenidas” hasta que el caso llegó a la órbita del Poder Judicial. Como muestra de ello, Vázquez Cuestas señaló: “Yo era juez federal de pueblo, pero no era mago ni policía para saber si faltaba o no un ciudadano”.
Causa ESMA La Corte Suprema rechazó diez recursos presentados por ex marinos |
La Corte Suprema de la Nación rechazó una decena de recursos presentados por las defensas de ex oficiales y suboficiales de la Marina, procesados por delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar. En todos los casos la Corte desestimó los planteos por considerarlos “inadmisibles", ya que nunca debieron haber llegado a esa instancia.
El máximo tribunal rechazó los planteos de los defensores del ex comandante de operaciones navales, Antonio Vañek, y del médico Jorge Luis Magnacco, en la causa por la sustracción, retención y ocultamiento del menor Javier Gonzalo Penino Viñas, cuando su madre, Cecilia Viñas, estaba detenida en la ESMA. También, con la firma del presidente Ricardo Lorenzetti y de Elena Highton, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni, el máximo tribunal se opuso al planteo de Jorge “el Tigre” Acosta, que cuestionaba la competencia de la Corte. En Claro como el aguaPor Claudia A. Salvay (*) En la sociedad actual se plantea una nueva cultura jurídica por medio de la mediación, que fomenta... Leé tambiénMás popularesSin contenido disponible
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