“Vamos a recuperar el respeto y nuestra dignidad profesional”

El laboralista Mariano Albrisi difundió sus ejes de campaña. La reforma del Código Arancelario, la defensa de la incumbencia profesional y la capacitación profesional gratuita, entre sus propuestas

El venidero día 12, el Colegio de Abogados de Córdoba elegirá a su próximo presidente en una contienda electoral que enfrentará a cuatro candidatos: Ignacio Segura, Santiago Morra, Luis Pareja y Mariano Albrisi. El primero buscará su reelección.

Albrisi encabeza la lista N° 11, Abogacía en Acción. No es la primera vez que el laboralista compite en una elección para presidir la institución: la última vez lo hizo en 2019 y también le tocó enfrentar a Segura.

En esta oportunidad, su lista lleva como vicepresidente 1ª a María Soledad Sassola; como vicepresidente 2,°a Daniel Eduardo Torre, y como vicepresidentes 3° y 4° a los abogados Sabrina Evelin Thomson y Alejandro Claría Somaré.

Antes de los comicios, Comercio y Justicia entrevistó a los tres candidatos sobre sus propuestas de campaña y su mirada sobre la abogacía.

En esta primera nota, dejamos la reflexión de Albrisi .

¿Qué lo motiva a presentarse como candidato para presidente en el Colegio de Abogados de Córdoba?

Principalmente, el amor y la pasión por la profesión que ejerzo, enseño y defiendo desde hace dos décadas ininterrumpidamente. Dicho extremo, sumado a la situación de crisis en que se encuentra la abogacía matriculada, son los factores que, más que motivarme, me impulsan a involucrarme en cuerpo y alma en defensa propia de la abogacía, de mis colegas, de nuestra fuente laboral y alimentaria. Claro está, el impulso y la motivación no es individual sino colectivo, dado que jamás sería factible candidatura alguna sin el apoyo y acompañamiento de un enorme equipo de grandes profesionales y mejores personas que conformamos Abogacía en Acción.

¿Cuáles son los principales ejes de campaña que impulsa su lista?

Como primera medida, somos una opción de gobierno, no una simple y precoz oposición. Somos los únicos que venimos trabajando desde hace más de dos años en un proyecto serio, estudiado y superador de los modelos históricos de conducción colegial. Somos la única opción que presentamos 30 propuestas de gobierno en defensa propia de la profesión y quienes queremos un colegio de una vez por todas funcional y al servicio exclusivo de sus matriculados, no de sus dirigentes. Es por todo ello que somos los únicos que asumimos el compromiso

público y notarial de no asumir cargos políticos -públicos y/o universitarios- gratuitos o remunerados a fines de garantizar la transparencia institucional y de gobierno. En suma, somos la única opción que no admite confusión con el oficialismo y sus desmembramientos, convocándonos el trabajo serio para cambiar diametralmente el rumbo del colegio sin anteponer intereses personales ni sectoriales, sin dependencia ni identidad con partidos políticos ni gestión de gobierno provincial ni municipal.

¿Qué aspectos de la abogacía pretende defender si es elegido?

Vamos a recuperar el respeto y nuestra dignidad profesional. Por y para ello elaboramos un plan de 30 propuestas destinadas a conformar una férrea defensa profesional a través de la creación del cuerpo de acción gremial con presencia en cada rincón donde la abogacía sea ejercida; impulsaremos la modificación de nuestro código arancelario que nos garantice una retribución digna e impida que nuestros jueces sigan pulverizando nuestros honorarios profesionales. En el mismo sentido, accionaremos gremial y judicialmente en defensa de nuestra

incumbencia profesional, y nos comprometemos a incluir a todos los profesionales de la abogacía matriculada. La formación y capacitación profesional serán permanentes y gratuitas, y promoveremos las labores correspondientes

para que nuestra Caja de Abogados nos escuche y se adapte a la necesidad y realidad de los abogados de pie.

¿Qué opinión le merece la morosidad en el Poder Judicial, hay algo que la abogacía pueda hacer sobre esta cuestión?

La mora judicial es un flagelo endémico del Poder Judicial, cuya resolución es prometida infructuosamente por parte de los candidatos a presidir nuestro colegio cada vez que acontece un acto eleccionario. Sin embargo, nadie ha sabido o conseguido solucionar el problema pese a sus declamaciones electorales. Nosotros creamos la Comisión de Fiscalización de la Productividad Judicial a fines de coadyuvar al Poder Judicial a solucionar la problemática de la cual los abogados no formamos parte.

¿Cómo afectó a los abogados la pandemia?

Quebró estudios, expulsó a miles de matriculados de la profesión e impidió que los noveles abogados pudieran incorporarse al ejercicio. Cierto es que no existía un manual para dirigir un colegio en pandemia, no obstante estoy convencido de que resulta un facilismo desatinado endilgarle todas las culpas a aquella. La pandemia pudo y debió haber sido el punto de inflexión para la formación de un colegio serio, la oportunidad histórica para demostrar gestión, su utilidad y razón de ser.

¿Cuál es hoy la situación en materia de digitalización de expedientes y procesos judiciales?

En líneas generales, es un sistema muy positivo que tristemente se vio apresurado por la pandemia, lo que generó un desfase entre el ritmo de su implementación y la adaptación de litigantes y juzgados, tanto por cuestiones ligadas a la capacitación y acceso a la tecnología necesaria, como a las falencias propiamente técnicas de toda plataforma virtual, además de la falta de unificación de distintas reglamentaciones que genera una variedad criterios de interpretación difíciles de asimilar y armonizar que desafortunadamente padecemos desde siempre. Nadie puede objetar las ventajas y la agilidad que la digitalización de los expedientes representa, sin embargo, su implementación acusa múltiples fallas sobre las que resulta imperativo trabajar, tanto desde lo operativo como desde lo conceptual.