Validan despido con base en el abandono de trabajo

La Sala 10ª de la Cámara laboral de Córdoba, integrada por el juez Daniel Brain, justificó la cesantía del accionante porque corroboró que la patronal actuó de buena fe, otorgándole la licencia paga por enfermedad y conservándole el puesto durante un año, antes de intimarlo a reintegrarse [privado] Al advertir de que la empleadora actuó con buena fe, ajustó su conducta a lo que es propia de un buen empleador, otorgó al actor la licencia paga por enfermedad, luego de vencida ella le comunicó el plazo de conservación del empleo por un año y, por último, lo intimó a que se reintegrara a trabajar, bajo apercibimiento del abandono de la relación laboral, lo cual no se correlacionó con la conducta desplegada por el actor en sus misivas ya que, pese a afirmar que se encontraba en condiciones de reintegrarse al trabajo, no lo hizo, imputándole a la patronal hechos falsos de inconducta, que no fueron probados, la Sala 10ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba convalidó el despido por abandono de trabajo invocado por la demandada Guía Laboral Empresas de Servicios Eventuales SRL. Luego de padecer el actor una enfermedad inculpable y haciendo uso de su licencia por enfermedad, incluida la reserva del puesto comunicada por la accionada, éste intimó a la ex patronal para que le otorgara tareas livianas; al no obtener respuesta intimó nuevamente hasta que fue la propia empresa que luego lo intimó al actor a que se presentara a trabajar, bajo apercibimiento de abandono de trabajo, aduciendo la ex empleadora que, ante la falta de cumplimiento de dicha intimación, procedió a comunicar el despido por abandono de trabajo. El tribunal integrado por el vocal Daniel Brain, luego de analizar la prueba, señaló que “luego de la comunicación por parte de la ex empleadora del actor que a partir del día 4 de julio de 2013 comenzaba a correr el plazo de conservación del empleo por un año, esto es, venciendo el día 4 de julio de 2014, recién el día 27 de marzo de 2014, es decir, habiendo transcurrido más de ocho meses, el trabajador le remitió a la demandada su comunicación señalando que se encontraba en condiciones de reintegrarse a la actividad laboral, hecho que reiteró nuevamente en el telegrama colacionado de fecha 24 de abril de 2014, pero en este último denunció que no le asignaban tareas”. El juez añadió que “la accionada, por su parte, el día 5 de agosto de 2014, cuando ya se había vencido el plazo de un año de conservación del empleo, sin haber hecho uso de la opción que lo habilitaba a extinguir el vínculo laboral, conforme lo autoriza el art. 211 última parte, rechazó las manifestaciones del actor del supuesto impedimento de provisión de tareas, denunció la inasistencia injustificada del actor y lo intimó para que en plazo de cuarenta y ocho horas se presentara a trabajar, bajo apercibimiento de extinguir el vínculo laboral por abandono”. El magistgrado observó que “el actor nuevamente vuelve a denunciar la negativa de ocupación efectiva el día 29 de agosto de 2014, hecho que es rechazado nuevamente por la demandada, negando que el accionante se hubiere presentado a trabajar e hizo efectivo los apercibimientos y extinguió el contrato de trabajo por abandono de la relación por parte del trabajador”. El tribunal entendió que “en la especie se cumplimentan los requisitos formales indicados en el art. 244 de la LCT, para que se configure el abandono de trabajo, esto es, el incumplimiento por parte del trabajador de presentarse a trabajar en tiempo y forma a su lugar de trabajo habitual; la intimación formal y fehaciente por parte del empleador para que se reintegre el trabajador por el plazo razonable, que en el sub – lite fue de cuarenta y ocho horas y la falta de cumplimiento por parte del trabajador de reintegrarse a trabajar”. En ese sentido, subrayó que “el ¡onus probandi¡ del supuesto incumplimiento por parte de la empleadora de dar ocupación efectiva, se encuentra a cargo del trabajador; si efectivamente hubiera acontecido ese supuesto impedimento a trabajar, el actor podría haber tomado las medidas que se encuentran a su alcance para acreditar estos extremos, ya sea acudiendo a la autoridad de aplicación para denunciar esta situación de crisis para que sea la misma quién acuda en defensa de ese trabajador o bien, presentándose a trabajar con testigos para comprobar el incumplimiento del empleador”, destacando que “nada de ello ha ocurrido en la especie, pues el actor no ha rendido prueba alguna que acredite que la ex patronal le impidió que ingresara a trabajar, resultando por demás llamativo el tiempo en que transcurrió ese intercambio epistolar (desde el 27 de marzo de 2014 hasta el 29 de agosto de 2014) sin que el actor tomara acciones concretas para comprobar que se le estaba impidiendo ingresar a trabajar”. En consecuencia, en el fallo se resolvió que “le asistía razón a la demandada para extinguir el contrato de trabajo en la forma en que lo hizo, no resultando acreedor el actor a los rubros indemnizatorios emergentes de dicho despido que reclama”. Autos: CANTÓN, RODRIGO RAIMUNDO C/ GUÍA LABORAL EMPRESAS DE SERVICIOS EVENTUALES SRL – ORDINARIO - DESPIDO, Expte. 3253409 [/privado]

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