Validan autodespido al no responder el demandado los avisos del correo

El trabajador había notificado en el lugar donde prestaba tareas, a los fines de que se regularizara su situación

Al acreditarse la relación de dependencia del accionante con los titulares de un taller de chapa y pintura, la Sala 5ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba validó el despido indirecto en el cual se colocó, luego de intimar mediante telegrama para que se aclarara su situación laboral, se pagaran los salarios caídos y se registrara formalmente el vínculo, pese a que la demandada no retiró ninguna pieza postal de las oficinas del correo, luego de que se le dejaron dos “avisos de visita”, con lo que incumplió el principio de buena fe en el contrato de trabajo.

Samuel Luque demandó a Fernanda Lucero Farias y Rodrigo Ceballos, quienes negaron la existencia de relación laboral.

El vocal Alcides Ferreyra sostuvo que para que el trabajador se encuentre amparado en la presunción del artículo 23 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) -existencia de relación laboral- debe acreditar la prestación de servicios, lo que se consideró probado por la prueba testimonial.

Testimonio

El fallo remarcó el testimonio de Ricardo Aguayo, quien dio cuenta de que en 2016 vio a Luque trabajando en el lugar, porque los hermanos le llevaron una moto para arreglar, durante medio año y que el demandante hacía reparaciones de chapa.

Luego, respecto de la individualización de los demandados, el juez indicó que Lucero Farias reconoció, en su memorial de contestación de demanda, poseer la explotación de un taller de chapa y pintura denominado Greencars, aunque Ceballos lo negó.

El magistrado sostuvo que Ceballos era empleador y aparece como titular del taller, ya que le había referido al testigo Aguayo, que al trabajar con compañías de seguros, debía esperar que éstas le pagaran para poder “pagar a los muchachos” que trabajaban con él, entre quienes estaba el actor.

El tribunal indicó que se debe tener por existente y cierta la relación laboral invocada, puesto que los demandados no exhibieron la documentación laboral que estaban obligados a llevar, por lo que corresponde aplicar las presunciones del artículo 55 LCT, en cuanto presume la veracidad de las afirmaciones realizadas por el actor, debiendo tenerse por cierta la fecha de ingreso y remuneración señalada.

Injuria

El actor denunció como injuria la falta de registración de la relación laboral, el impedimento de prestar tareas y la deuda de pago de haberes, no respondiendo los demandados a sus requerimientos, de manera que no le quedó otra opción que colocarse en situación de despido indirecto por exclusiva culpa y responsabilidad patronal, habiendo emplazando a la accionada a los fines de que le abonara las indemnizaciones por despido, sustitutiva de preaviso e integración mes de despido.

El juez Ferreyra sostuvo que la parte demandada negó la recepción de dicha pieza postal, aun cuando el correo remitió copia del telegrama, el que registró dos intentos de entrega sin resultados, dejándose aviso de ambas visitas.

El magistrado agregó que la accionada debió concurrir a retirar esa comunicación y no lo hizo, incumpliendo una de sus obligaciones emergentes del contrato de trabajo, que es principio de buena fe que debe regir las relaciones laborales en todo tiempo, aun más allá de su culminación.

De ello se derivó que resultaba aplicable al caso la doctrina de la recepción, en tanto, de acuerdo con lo expuesto, la accionada debió retirar esa comunicación y no lo hizo.

En juez apuntó que en el supuesto de que nadie conteste en el domicilio, se deja al destinatario el “aviso de visita”, luego de lo que corresponde a éste retirar la notificación de la oficina de correos y, si no lo hace, las consecuencias no pueden recaer sobre quien cumplió con la obligación de notificar, siendo, por otra parte, que el actor remitió dicha comunicación a su domicilio laboral.

Ajustado a derecho

El tribunal concluyó que resulta ajustado a derecho el autodespido en que se colocó el actor, por cuanto -conforme se desprende de la prueba rendida- la demandada no dio respuesta a las intimaciones fehacientes cursadas por el actor, a la vez que tampoco no acreditó haberle otorgado tareas ni haberlo registrado ni haberle abonado haberes.

Por lo expuesto, en el fallo se resolvió que el actor se ha colocado justificadamente en situación de despido indirecto y en su mérito resulta acreedor de las indemnizaciones derivadas del despido incausado, esto es, indemnización por antigüedad (artículo 245 LCT), indemnización por omisión de preaviso e integración del mes de despido por 14 días del mes de diciembre de 2016.