El fiscal general Félix Crous solicitó ayer la pena de prisión perpetua para el general Jorge Olivera Róvere.
El militar se encuentra acusado por 125 secuestros y desapariciones forzadas de personas cuando, en 1976, fue subjefe del Primer Cuerpo de Ejército.
Al alegar en el tramo final del juicio, cuya sentencia se conocerá a fin de mes, el acusador pidió también que se aplique cárcel a cuatro ex jefes de área de seguridad en la zona metropolitana, que se desempeñaron en sus cargos entre 1976 y 1978.
Olivera Róvere cumplió funciones como número dos del fallecido Guillermo Suárez Mason, tiene 82 años y, en razón de su avanzada edad, llegó a la etapa del debate amparado con el beneficio de la prisión domiciliaria.
En idéntica situación se encuentran el general de brigada Teófilo Saá, el teniente coronel Felipe Alespeiti y los coroneles Humberto Lobaiza y Bernardo Menéndez, los otros acusados en este juicio.
El proceso oral se inició en febrero pasado por ante el Tribunal Oral número 5 y, por la cantidad de víctimas, es el mayor desde el que en 1985 condenó a los comandantes de la última dictadura.