El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) dictó el sobreseimiento por prescripción, de Mariano Hernán Cipolla Sánchez, exsecretario del Juzgado Penal Juvenil Nº 6. A Cipolla un taxista lo había denunciado, en febrero de 2019, al descubrirlo en la vereda, en el centro de la ciudad, fotografiando a mujeres por debajo de sus polleras, con su teléfono móvil. Con el fallo del Máximo Tribunal, quedó exculpado de la contravención por la que fue condenado; pero no volverá a trabajar a los tribunales.
Al resolver, el Alto Cuerpo consideró dictar el sobreseimiento porque “ha operado la prescripción de la acción penal con posterioridad a la interposición y concesión del recurso de casación deducido”. “De conformidad al art. 49 del Código de Convivencia Ciudadana, la acción para perseguir las faltas prescribe al año en el caso que el procedimiento se hubiere iniciado”, remarcó el fallo.
Ello, sumado a que el acusado no registra antecedentes delictivos, según se comprobó en el Registro Nacional de Reincidencia, “resulta evidente que la acción penal del ilícito atribuido al imputado se encuentra prescripta”.
En abril de 2019, la jueza de Control Nº 4, Anahí Hampartzounian, condenó a Cipolla Sánchez por actos “contrarios a la decencia pública” (artículo 52 del Código de Convivencia Ciudadana) agravados por su calidad de funcionario. Le impuso la pena de cinco días de trabajo comunitario y el cumplimiento de un tratamiento terapéutico interdisciplinario durante cuatro meses.
El defensor, Carlos José Vivanco, recurrió la sentencia de la jueza ante el TSJ. El fiscal General emitió dictamen sobre el caso el 9 de septiembre del mismo año.
Cabe aclarar que el sobreseimiento no modificará la sanción disciplinaria extrema que el propio TSJ le impuso al ahora ex funcionario, que consistió en su cesantía, resuelta en octubre de 2019.