Pidió a los gobernantes que respeten el pronunciamiento de los jueces, aunque diferenció la actitud de los mandatarios cordobeses. Valoró que en la provincia el gobernador no intervenga en elegir en terna a los magistrados y pidió que esta decisión se convierta en ley. También reclamó la puesta en marcha de la independencia presupuestaria.
El año judicial quedó formalmente inaugurado ayer en un acto que se realizó -como ocurre todos los años- en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio de Tribunales I, a cargo del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Domingo Juan Sesin.
Como no podía ser de otra manera, el discurso de 2015 estuvo teñido de un tinte político y atravesado por la muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman.
“Cuando durante el ejercicio funcional se pierde la propia vida, como sucedió con el fiscal Alberto Nisman, la gravedad y atentado a la independencia es máxima, razón por la cual, además de requerir el esclarecimiento de la verdad por los órganos competentes, debe ser preocupación de todos los jueces y fiscales de la República analizar institucionalmente el desequilibrio causado al estado de derecho y a la esencia de la democracia misma”, destacó Sesin.
Y agregó: “Su desaparición no debe detener la verdad objetiva y eficaz de su trágica muerte como tampoco la búsqueda de justicia para las víctimas del brutal atentado contra la AMIA”.
La Nación no es Córdoba
En otro tramo de su alocución, el magistrado aprovechó para defenderse de las críticas de los gobernantes hacia el Poder Judicial. “Algunos gobernantes son reacios a respetar los pronunciamientos de jueces y de fiscales cuando los razonados argumentos discrepan con la decisión del gobierno”, aseguró.
Inmediatamente, Sesin se encargó de distanciar el tratamiento de la clase política cordobesa para con el Poder Judicial de Córdoba.
“En honor a la verdad, distinto es lo que ha sucedido en Córdoba, que continúa con una trayectoria en la que la madurez de la clase política, en general, se ajusta a los designios constitucionales, aceptando -les guste o no- los pronunciamientos jurisdiccionales. Con ello se contribuye a darle más calidad al estado constitucional de derecho”, consideró.
Siguiendo este razonamiento, mencionó al Consejo de la Magistratura y recordó la decisión del gobernador José Manuel De la Sota de renunciar a elegir en terna a los magistrados judiciales. “Se respeta escrupulosamente el orden de mérito. Ello no ocurre en la Nación ni en las otras provincias argentinas”, expresó.
Y aprovechó para lanzar como propuesta que en algún momento esta decisión se convierta en ley.
Más independencia
Sesin valoró el último logro del Poder Judicial de Córdoba: que la remuneración de sus magistrados esté en relación con los incrementos que dispone la Corte Suprema de Justicia de la Nación, aun cuando es menor lo percibido en la provincia.
No obstante, para Sesin esta “independencia remunerativa” debiera también ir acompañada por “la independencia presupuestaria”, un viejo pedido de la justicia cordobesa.
“Éste es el camino que recientemente ha adoptado la Provincia de Buenos Aires y existe en otras provincias, donde un porcentaje del presupuesto es administrado por el Poder Judicial”, explicó.