Por el secuestro extorsivo agravado por el número de intervinientes de un hombre que cumplía domiciliaria por una condena por narcotráfico, el Tribunal Oral Federal N° 1 de Salta homologó el acuerdo al que arribó la Fiscalía con tres de los ocho acusados.
La víctima estuvo cautiva durante 24 horas. La banda la torturó y exigió dinero y drogas por su liberación.
El sentenciante le impuso 11 años de prisión a Roy Carlos Choque Aguirre y 10 a Horacio Eric Chauqui y Micaela del Valle Riquelme, como coautores. La mujer cumplirá la pena en su domicilio porque debe cuidar a su hija menor de edad.
La evaluación de los cinco acusados restantes se realizará en el marco del debate que continúa su curso.
Las condenas se dieron en línea con lo planteado al inicio del proceso por el titular del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta, Ricardo Toranzos, quien alegó que el Código Procesal Penal Federal (CPPF) promueve la resolución de conflictos penales a través de salidas alternativas.
Toranzos explicó que los ocho encausados reconocieron los hechos y su responsabilidad, y que acordó con la defensa la pena respecto de cuatro.
Los acuerdos incluyeron al acusado Jaime Alberto Prudencio Ruiz, con previsión de 10 años de prisión en carácter de partícipe secundario, pero los jueces Federico Díaz, Mario Juárez Almaraz y Marta Snopek hicieron lugar al cuestionamiento de la querella, que consideró que el imputado actuó como partícipe necesario.
Formalizada la sentencia, aquélla se reservó su derecho de impugnación. No obstante, el tribunal decidió avanzar con el juicio de determinación de pena para el resto de las personas acusadas: Carlos Gustavo Lozano Tolaba, Emanuel Yamil Arjona, Daniel Llanos y Cristian Adan Martínez, mientras que el juicio de Ruiz quedó pendiente para la estapa final del debate.
Héctor Ismael Herrera fue secuestrado el 3 de agosto de 2023 de su casa y mantenido cautivo hasta el día siguiente en otra vivienda.
Según Toranzos, el delito se ejecutó para que un tío de la víctima hiciera entrega de una suma de dinero o bien devolviera un cargamento de drogas.
La pesquisa estableció que los imputados Choque Aguirre, Lozano Tolaba y Llanos, junto a otro, declarado prófugo, ingresaron a la Argentina procedentes de Bolivia el 2 de agosto de 2023, un día antes de los hechos; que Ruiz los esperó cuando salieron de la Dirección de Migraciones, en Salvador Mazza, y los trasladó a Salta capital, donde se alojaron en un hotel y que tomaron contacto con el resto de la banda; que comenzaron la ejecución del plan -aparentemente ideado por una organización narcocriminal de Perú– y que relevaron la casa del damnificado y su lugar de encierro.
Precisó que la captura de Herrera se concretó el 3 de agosto, mientras compartía un asado con amigos, una reunión propuesta por uno de los acusados -que no participó- para relajar cualquier posibilidad de resistencia.
Se probó también que, en ese contexto, los encartados -incluido el organizador de la cena- aparecieron encapuchados y fuertemente armados y se llevaron a Herrera.
Al exponer en la audiencia, la Fiscalía exhibió un video que la familia de Herrera recibió por WhatsApp, donde se ve que está golpeado y el momento en que uno de sus captores, con una pinza, le arrancó la uña del dedo meñique de la mano derecha.
Profesionalismo y peligrosidad
Toranzos remarcó el grado de profesionalismo y peligrosidad de los imputados, quienes intimidaron a los Herrera para que no llamaran a la policía y les dijeron que “por cada paquete de droga” que “debían” iban a matar a un familiar, sin éxito, porque llamaron al 911.
Luego de una inicial intervención de la policía y la fiscalía provinciales, el área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta impulsó varias medidas que derivaron en el rescate de Herrera, con aporte de datos de un imputado colaborador, en el marco de un operativo de rescate que se motorizó al considerarse que había serio riesgo de vida.
La víctima fue hallada debajo de una cama, con gravísimas lesiones. En su declaración, dio una versión coincidente con lo que habían explicado sus parientes respecto a cómo se produjo el secuestro. Apuntó a la acusada Riquelme como la más violenta y precisó que fue ella quien lo metió debajo de la cama cuando aparecieron los policías.