ESCUCHARSi es responsabilizado por los delitos de negociaciones incompatibles con la función pública
y cohecho, el ex vicepresidente puede recibir una condena de prisión efectiva. La Casación Penal rechazó sus últimos planteos defensivos
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó los recursos de queja presentados por las defensas del ex vicepresidente Amado Boudou y de Alejandro Vandenbroele, y habilitó que la causa “Ciccone” avance a la etapa de juicio oral y público.
Los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani desestimaron los planteos que hizo el abogado de Vandenbroele en contra de las decisiones del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Número 4 porteño, que habían denegado tanto la suspensión de la citación a debate de las partes como una prórroga.
Los vocales tampoco admitieron el recurso del letrado de Boudou en el que solicitaba que fuera el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Número 1 porteño el que resolviera el caso. Se trata del mismo cuerpo que la semana pasada dictó la prescripción y la consecuente absolución del ex vicepresidente en el proceso que se le siguió por la presunta falsificación de los papeles de un automóvil.
Si es responsabilizado por negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho, Boudou puede recibir una condena de prisión efectiva.
A mediados de julio, la Casación Penal habilitó la elevación del expediente, al no hacer lugar a los cuestionamientos de Vandenbroele y de José María Núñez Carmona sobre la decisión que confirmó el rechazo de los pedidos de nulidad de los requerimientos formulados por el fiscal, la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera.
A su turno, la Cámara Federal de Apelaciones rechazó la pretensión de los procesados y respaldó la validez de los requerimientos. Ante ello, acudieron ante el Máximo Tribunal Penal, que les denegó el recurso, como consecuencia de lo cual acudieron en queja, sin éxito, ya que se estimó que la decisión atacada no generó agravio alguno que no se pudiera reparar posteriormente.
Ese paso acercó a Boudou al banquillo de los acusados, y el fallo de ayer selló la suerte de las actuaciones.
Ministro
Según la acusación, Boudou -aprovechando su condición de ministro de Economía, y con la participación de su amigo Núñez Carmona y del abogado Vandenbroele- habría recibido por medio de la sociedad anónima The Old Fund 70% de la firma Ciccone Calcográfica SA de parte de Nicolás y Héctor Ciccone, a cambio de gestionar el rescate de la empresa, que estaba en quiebra. Para el juez, el objetivo habría sido contratar con el Estado la impresión de billetes y documentos públicos.
La causa por las maniobras irregulares salió a la luz a principios de 2012, a partir de una investigación del periodista Nicolás Wiñazki. Cuando entrevistó a Laura Muñoz, ex esposa de Vandenbroele, lo acusó de ser un testaferro de la firma y denunció que el dueño real era Boudou.
Aunque el entonces vicepresidente negó tener vínculos con Vandenbroele, se comprobó que pagaba las expensas y el alquiler de un departamento perteneciente a Boudou, entre otros nexos.
En junio de 2014, el juez Ariel Lijo lo procesó por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con su función. También incriminó a Núñez Carmona, a Vandenbroele y a Rafael Resnick Brenner (funcionario del Fisco durante la gestión de Boudou), entre otros.
Juicio político
-Cuando Amado Boudou (foto) fue procesado por el juez Ariel Lijo, en el año 2014, la oposición al kirchnerismo pidió el juicio político del entonces funcionario.
– Se presentaron ocho planteos al respecto, pero no lograron que el entonces vicepresidente tomara licencia por la negativa del oficialismo, que tenía mayoría en ambas cámaras del Congreso.
