Reconocen el ACV como un accidente laboral

El magistrado lo encuadró como “accidente en ocasión del trabajo” valiéndose de jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba. El empleado se desempeñaba como chef y jefe de parrilla

La Sala 6ª de la Cámara de Trabajo de Córdoba admitió la demanda por incapacidad laboral presentada por un trabajador, quien sufrió un accidente cerebrovascular (ACV ) mientras prestaba tareas de jefe de parrilla y titular de cocina.

El fallo siguió los precedentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) sobre la definición de accidente "en ocasión” del trabajo y, por lo tanto, ordenó a la demandada Asociart ART SA al pago de las indemnizaciones derivadas de la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT).

El actor expresó que ingresó a trabajar, en perfecto estado de salud, en un restaurante del centro de la ciudad de Córdoba en mayo de 2003, cumpliendo tareas de chef (jefe de parrilla y titular de cocina).

Relató que el 2 de mayo de 2017 a las 21:30, mientras se encontraba realizando sus tareas, comenzó a sentirse mal y se desmayó; que debió ser atendido por el servicio de emergencias EMI y fue trasladado al Sanatorio de la Cañada de esta ciudad, donde permaneció 55 días. Luego, pasó al Sanatorio Francés y después continuó con internación domiciliaria ya que quedó postrado, hasta la actualidad.

La accionada rechazó el siniestro por entender que se trataba de una enfermedad inculpable . Además, acompañó dictamen de la comisión médica de fecha 16 de agosto de 2017 que concluye no aceptar como accidente de trabajo el siniestro denunciado.

Después de analizar el peritaje médico y la información emitida por el Sanatorio de la Cañada, que no fueron objeto de impugnación alguna, el tribunal integrado por el vocal Tomás Sueldo dio por acreditado que el Sr. Q. sufrió un ACV hemorrágico en su lugar de trabajo, en ocasión de estar prestando sus tareas habituales de chef o jefe de cocina (parrilla).

En ese sentido, destacó que la perito médica oficial calificó el suceso como "accidente de trabajo ” y resaltó los grandes esfuerzos físicos y la ansiedad que le generaba el desempeño de sus labores , sin que se hubiesen encontrado preexistencias en los estudios médicos previos .

Por otra parte, valoró el juez que con la historia clínica aportada al proceso la parte actora demostró el largo periplo que debió transitar el trabajador en ese nosocomio y la atención médica recibida con el fin de paliar las secuelas neurológicas que produjo el infortunio, también ratificadas por el peritaje médico oficial -hemiparesia facial, dislalia, disartria, hemiplejía derecha con inmovilidad absoluta de mm.ss derecho y parcial del mm.ii derecho (disbasia)-, las que finalmente condujeron inevitablemente a su muerte el día 25 de junio del año 2020.

Entonces, derivó el vocal que no cabían dudas de que se trató de una contingencia cubierta por el régimen de la Ley de Riesgos del Trabajo en cuanto dispone: “Se considera accidente de trabajo todo acontecimiento súbito y violento ocurrido por el hecho o en ocasión del trabajo…” (art. 6.1) sin que se hubiese alegado ni configurado el supuesto de exclusión previsto en la normativa (art. 6, ap. 3, inc. a), es decir, los casos de accidente de trabajo y enfermedades profesionales causados por dolo del trabajador o por fuerza mayor extraña al trabajo.

Sueldo precisó que resultaba plenamente aplicable al caso lo que se ha denominado “doctrina de la ocasionalidad”, sentada por el TSJ mediante su Sala Laboral , como factor de imputación sistémica, diferenciada de la “causalidad” a partir de ciertos precedentes jurisprudenciales del Máximo Tribunal de la Provincia en los cuales se admitieron como contingencias cubiertas por el sistema siniestros que distaban de ser los típicos accidentes trabajo por haber sucedido “en ocasión del trabajo ”, más allá de las particularidades de cada uno de ellos.

El Alto Cuerpo los definió como eventos dañosos que no provienen del cumplimiento concreto del débito laboral, aludiendo a circunstancias relacionadas con la intención de ejecutar la prestación .

Así las cosas y luego de reseñar otros casos similares que llegaron al TSJ, Sueldo ordenó h acer lugar a las indemnizaciones contempladas en los artículos 15, apartado 2, y 11 apartado 4 de la LRT, por la incapacidad total señalada.