Rechazan culpa de la víctima al no probarse que corría una “picada” antes de un choque

El accionante tenía prioridad de paso al llegar a la encrucijada de calles desde la derecha y el demandado no acreditó ninguna eximente de responsabilidad en el accidente de tránsito [privado] Al advertir que el demandado no probó que el actor haya estado corriendo una “picada” en su moto y que ello haya provocado el siniestro debatido en la causa, la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Familia y Contencioso-administrativo de Segunda Nominación de la ciudad de Río Cuarto confirmó la sentencia de primera instancia que admitió la acción entablada por los daños y perjuicios, al validar que el accionado no acreditó ninguna circunstancia que opere como eximente de responsabilidad frente al accidente de tránsito base de la acción e -inclusive- quedar demostrado que no respetó la regla de prioridad de paso que le asistía al accionante por circular por la derecha. Relato El tribunal integrado por los vocales José María Herrán, Carlos Alberto Lazcano Zurro y Daniel Gaspar Mola, al analizar la apelación presentada, consideró que el accionado ha manifestado de manera expresa que el día 6 de octubre de 2012, en ocasión en que circulaba en su vehículo por calle Jujuy, al llegar a la intersección con la calle Chile (de Río Cuarto), protagonizó un accidente de tránsito con el actor, quien en la oportunidad se presentaba por la derecha y lo embistió en el lateral derecho de su rodado. "Si ha mediado culpa de la víctima tal como sostiene el quejoso y en tal rumbo, siendo que el hecho tuvo lugar en una intersección no semaforizada, adquiere fundamental relevancia determinar cómo opera en el caso la regla de prioridad de paso". El fallo observó que lo discutido, en todo caso, “es si ha mediado culpa de parte del actor, ello toda vez que le atribuye haber venido circulando a excesiva velocidad y corriendo una picada con otra moto”. La alzada destacó que el relato, en esencia, se corresponde también con el del actor “pues da la misma versión de los hechos con la particularidad de que manifiesta que en la ocasión circulaba de manera reglamentaria y le atribuye al demandado haber violado la regla de la prioridad de paso que le asistía al presentarse por la derecha”. Norma Partiendo de dichos señalamientos, los jueces advirtieron que en materia de daños resultantes de la intervención de vehículos en movimiento como en este caso -motocicleta y automotor- resulta de aplicación la responsabilidad objetiva por riesgo creado establecida en el art. 1113, segundo supuesto, del segundo párrafo, del Código Civil (Ley 340, aplicable en función de la fecha del suceso), derivando que cuando está en discusión la culpa de los protagonistas en la colisión, al damnificado (actor) le basta con probar un nexo de causalidad aparente, es decir, la intervención de la cosa riesgosa en el evento dañoso, siendo el demandado, quien deberá destruir esa presunción iuris tantum de relación de causalidad, demostrando que el daño no es producto del riesgo o vicio de la cosa, sino del hecho de la víctima. Sentado ello, analizó la Cámara si ha mediado culpa de la víctima tal como sostiene el quejoso y en tal rumbo, siendo que el hecho tuvo lugar en una intersección no semaforizada, adquiere fundamental relevancia determinar cómo opera en el caso la regla de prioridad de paso que le asiste a quién se presenta por la derecha, infiriendo que “al estar reconocido que el actor se encontraba beneficiado por la prioridad de paso que le acuerda el ordenamiento jurídico a quién se presenta por la derecha (art. 57 Ord. 184/96), y siendo que ello genera una presunción de culpabilidad sobre quién estaba obligado a respetarla, va de suyo que era el accionado quién tenía el deber de demostrar la existencia de alguna circunstancia que rompa tal presunción”. Elemento Sobre el particular, la Cámara indicó que el demandado no ha ofrecido elemento alguno tendiente a demostrar que el actor hubiese venido corriendo una “picada”, tal como asevera; y de la producida no surge que hubiese circulado a excesiva velocidad. Asimismo, se resaltó que en la pericia mecánica, el especialista ha concluido en que “de los daños observados en la motocicleta y por lo que se desprende de lo expuesto en la demanda, las velocidades eran normales para la zona urbana”. Con relación a quién lleva la condición de embistente, la Cámara sostuvo que no reviste mayor trascendencia como elemento de consideración “por sí mismo y de modo autónomo” para hacer ceder la prioridad, pues para que ello suceda debe atenderse a otras pautas de mayor importancia (vg. velocidad, ventaja en la aproximación, distancia, etcétera) que no han sido demostradas. Por todo lo expuesto, en el fallo se resolvió que correspondía rechazar los agravios esbozados en tal sentido y confirmar el pronunciamiento que lo responsabiliza. Autos: "PIZARRO, Franco Rodrigo y Otro C/ OCHOA, Daniel Roberto - Ordinario Daños y Perjuicios - Expediente N° 1599710" Descargá el fallo [/privado]

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