Que una cuestión se torne abstracta no es obstáculo para imponer costas

La Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial dejó en claro que la circunstancia de que una cuestión litigiosa se torne abstracta no es un obstáculo para imponer las costas

En la causa "M., J. J. c/Obra Social del Poder Judicial de la Nación s/Amparo", teniendo en cuenta que el actor manifestó que no era necesaria la cirugía cuya cobertura dio origen a las actuaciones, la jueza de grado declaró abstracta la cuestión e impuso las costas del proceso a la demandada.

Ésta apeló sosteniendo que no hubo silencio de su parte sino que sus respuestas no fueron del agrado de la parte actora, y manifestó que "simplemente se ofreció a limitar la cobertura de las prótesis necesarias al valor del material de origen nacional y que, en tanto la cirugía no fue necesaria, las costas debieron ser distribuidas por su orden".

Las causas

Los camaristas Fernando Uriarte, Florencia Nallar y Juan Perozziello recordaron que la mera circunstancia de que una cuestión litigiosa se torne abstracta no es un obstáculo para imponer las costas porque resulta preciso examinar las causas que condujeron a ese desenlace y las circunstancias en que tuvo lugar, así como en qué medida la conducta de cada una de las partes influyó para que la controversia finalizara de esa forma".

La sala referida concluyó que, si bien la a quo declaró abstracta la cuestión, la actitud asumida por la amparista configuró un desistimiento.

En tales condiciones, toda vez que la medida cautelar dictada únicamente examinó la verosimilitud del derecho y tampoco existió un pronunciamiento de fondo sobre el mérito de la pretensión reclamada por el actor, los camaristas modificaron la sentencia de primera instancia y distribuyeron las costas en el orden causado.