La Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento y prisión preventiva por abuso sexual agravado de un hombre que invitó a bailar a dos mujeres a una discoteca de la ciudad de Buenos Aires, pero bajo engaño las secuestró y sometió a violaciones y tormentos durante tres días hasta que ambas lograron escapar, informaron hoy fuentes judiciales.
Los hechos ocurrieron en junio pasado, cuando una de las víctimas recibió un mensaje del detenido a través de la red social Instagram con una invitación para ir a bailar a una disco de Costa Salguero, según la resolución judicial..
El hombre, a quien conocía, la pasó a buscar a ella y una amiga en un supuesto remise pero con una excusa primero las llevó a su departamento en el barrio porteño de Flores, donde había otras personas, ya allí les sacaron sus teléfonos celulares y las sometieron a tormentos y abuso sexual.
La sala II de la Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento con prisión preventiva del acusado por presunto “abuso sexual agravado” y ordenó a la jueza de la causa, María Eugenia Capuchetti, profundizar la investigación con más medidas de prueba.
El delito se consideró “agravado” por la cantidad de personas intervinientes y por haber sido cometido “en un contexto de violencia de género (Ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la mujer -Convención de Belem Do Pará- y la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer)”.
El 17 de junio pasado, las víctimas llamaron al 911 luego de escapar del departamento, para lo cual saltaron desde un balcón, lo que les provocó distintas lesiones.
Según la denuncia, estuvieron secuestradas y fueron abusadas sexualmente “durante tres días corridos”
Las víctimas declararon ante el “Equipo de Colaboración de la Brigada de Asistencia a las Víctimas de Violencia Sexual” y el programa de “Acompañamiento a las víctimas de Violencia Familiar y Sexual”.
“Se pudo precisar que ambas conocían al presunto autor de ese hecho – F. S. L., alias “C.”-. Explicaron que el día en que comenzó a ejecutarse la maniobra, el nombrado se contactó con ellas vía Instagram, con el supuesto objetivo de invitarlas” a un boliche de Costa Salguero”, resumió el fallo.
El 15 de junio las pasó a buscar en un remis pero, “en vez de llevarlas al destino pactado, las condujo a su domicilio”, ubicado sobre la calle San Pedrito, en el barrio porteño de Flores.
“Al llegar a la vivienda, les quitó los celulares y las encerró con llave, todo ello en presencia de tres personas más: una mujer y dos hombres, que habrían estado en el lugar en ese primer tramo de los acontecimientos”, detalló la resolución.
Las dos denunciantes permanecieron en ese domicilio del 15 al 17 de junio,” lapso temporal en la que habrían sido sometidas a abusos sexuales, agresiones físicas, amenazas, entre otras conductas orientadas a mantener la situación de sometimiento”.
Una de las víctimas declaró que el agresor cerró la puerta con llave, les dijo que estaban secuestradas, que las “iba a matar” y amenazó con “pincharlas y quemarlas con un fierro largo”, algo que después concretó.
El acusado rapó a una de las mujeres, le sacó las cejas, la obligó a bañarse con agua helada y la mantenía atada luego de abusarla.
También declaró que mediante su teléfono celular, suplantó su identidad en sus redes sociales y las usó para ” hablar con los dueños de los boliches o gente con plata para hacerlos que nos encontremos y él robarles”.
La segunda víctima declaró que también fue abusada y que la amenazaba con dañar a su hijo.
Las tareas de investigación que incluyeron el testimonio de vecinos que confirmaron el modo en que las víctimas se habrían arrojaron de la vivienda y solicitado auxilio fueron consideradas como prueba por los jueces Martín Iruruzun, Roberto Boico y Eduardo Farah al confirmar el procesamiento.
También se basaron en las pericias médicas y en elementos encontrados al allanarse la vivienda.
“Las víctimas fueron conducidas mediante engaño a la vivienda del imputado, lugar en el que fueron sometidas a la voluntad de éste mediante actos de violencia física (les ataron las extremidades para evitar el escape y garantizar el sometimiento, y las agredieron con el uso de elementos contundentes – por ejemplo, “fierros calientes”-) y amenazas (“vamos a descuartizar a tus hijos”)”, enumeraron los jueces.
En ese particular contexto, “el autor y otras personas que no fueron identificadas aún habrían abusado sexualmente de ambas víctimas, desplegando diversas agresiones asociadas causalmente al mantenimiento de la situación de explotación a la que se las buscó sumir”, añadieron.
En su fallo, la Cámara revocó el procesamiento por el delito de trata de personas y dispuso profundizar la pesquisa en este aspecto.