ESCUCHAREl juez federal de Bell Ville, Oscar Valentinuzzi dictó auto de procesamiento sin prisión preventiva en contra de un ex comisario de la Delegación Bell Ville y otros cinco policías federales, tras concluir que “sin duda alguna, los imputados, que dieron lugar a la existencia de un conjunto de delitos, de amplia y variada gama, como el cohecho, estafa, defraudación a la administración pública, peculado de bienes y servicios y acopio de munición y material peligroso, se valieron de la impunidad, porque actuaron en la sociedad, donde revisten como funcionarios públicos”.
“El prevalerse de ello, frente al hombre común de la calle, de aquel que todavía ve en el policía a la persona protectora, no resiste mínimamente el test de la credibilidad”, arguyó el magistrado luego de corroborar que el entonces comisario Amado Madariaga, junto a la sargento femenina Marta Susana Sánchez, el policía retirado Elmo Víctor Simoni, Roberto Raúl Ranco, y Carlos Eduardo López, cometieron distintos irregularidades, tales como facturar indebidamente combustible de un vehículo fuera de uso de la fuerza policial; percibir dinero o alguna otra dádiva de manos de personas aún no identificadas, a cambio de la tramitación rápida, para éstos, de pasaportes; utilizacióno y/o desvío para beneficio propio de las partidas de dinero oficial que enviaba la Administración Central de la Policía Federal Argentina a la citada Delegación local.
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Madariaga habría empleado en provecho propio y durante horario laboral el servicio y la mano de obra de suboficiales subordinados para la realización de tareas de mantenimiento en la vivienda que alquilaba y habría tenido ilegítimamente en su domicilio particular armas y proyectiles, sin contar con documentación alguna que amparara precisamente dicho material.
Como colofón, el fallo expresó que “lo que lastima y aún no se entiende es esto de prevalerse de la calidad de funcionarios públicos, con poder coercitivo, que comprometen toda una institución en quien la comunidad tiene puesta su fe, por ser los preventores del delito”.
“Evidentemente, en este caso, los roles no se han cumplido y los encartados, todos ellos, han pasado al bando de delincuentes a quienes tienen el deber de combatir. Vale al caso la siguiente reflexión: Si los hechos sucedieron tal lo narrado, estaban confabulados el Jefe de la delegación y otros subalternos”, dijo el juez.
