El juicio contra José Alperovich entró en su etapa final y la querella reclamó su condena por “múltiples hechos de abuso sexual de variada naturaleza” en perjuicio de su sobrina segunda, quien se desempeñaba como su secretaria privada.
Resta que la acusación privada reclame el número concreto de años de la pena que pidió. Luego, alegará la Fiscalía.
“Se puede afirmar, más allá de toda duda razonable, que Alperovich es el autor de todos los hechos que ocurrieron en diferentes domicilios ubicados tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en San Miguel de Tucumán y en el vehículo de Alperovich, en el contexto de las salidas diarias para la campaña a la gobernación tucumana”, planteó.
En tanto, afirmó que, para cometerlos, el ex gobernador de Tucumán y ex senador se valió del “enorme poder” que tenía “a nivel laboral, familiar y político” en toda la provincia norteña.
“Había sido elegido tres veces gobernador y era, para la época de los hechos, senador nacional y asesor ad honorem para la provincia”, recordó Carolina Cymerman ante el juez Juan Ramos Padilla, titular del Tribunal Oral Federal 29.
Cymerman y su colega Pablo Rovatti consideraron comprobados los tres hechos de abuso sexual -dos de ellos en grado de tentativa- y seis de violencia sexual agravada por acceso carnal consignados en el auto de elevación a juicio.
Para los acusadores particulares, el dirigente peronista cometió los delitos entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018, en San Miguel de Tucumán y en Yerba Buena (Tucumán) y en un departamento del acusado en el barrio porteño de Puerto Madero.
Cymerman enfatizó que el testimonio de la víctima es una prueba fundamental en casos de violencia sexual y precisó que luego de la denuncia de la mujer, a fines de 2017, pese a que hubo una “brutal campaña de deslegitimación de su palabra”, ella siguió adelante.
“Su testimonio fue contundente, aportó precisiones y detalles escabrososos. La idea de un relato fabricado, como intentó instalar el acusado, es ridícula”, sumó.
Según las actuaciones, la presunta damnificada, de 29 años al momento de presentar su denuncia, se incorporó como “mano derecha” de Alperovich a fines de 2017 para manejar la agenda del político en la campaña electoral donde competiría -y perdería- contra Juan Manzur.
En ese tiempo, el acusado ocupaba una banca en la Cámara Alta, tras ser electo en 2015.
El 24 de mayo de 2019 la joven renunció. Meses después, publicó una carta acusando a su tío segundo, quien pidió licencia sin goce de sueldo.
Se abrieron dos investigaciones, una en Tucumán y otra en Buenos Aires, que luego se terminarían unificando por orden de la Corte Suprema.