ESCUCHARUn hombre condenado por venta de estupefacientes accedió a la prisión domiciliaria para cuidar a su madre durante una cirugía programada de vesícula y su recuperación posterior.
El Tribunal Oral Federal de San Luis resolvió otorgarle el beneficio al interno de manera “excepcional, provisoria y restringida”, por 48 horas.
Tomó en cuenta que la mujer vive sola y que no hay nadie disponible para asistirla mientras se recupera. También consideró que denunció a sus otros dos hijos por violencia familiar y que pesa sobre ellos una restricción de acercamiento.
El juez del caso determinó que el peticionante es la única persona en “condiciones reales” de hacerse cargo de la paciente, quien vive y no tiene allegados en San Luis, ya que es oriunda de Mendoza.
Fundó su decisión en el inciso “f” del artículo 32 de la Ley 24.660, tras considerar que la mujer padece “múltiples patologías y deficiencias físicas” que causan que esté “inhabilitada de valerse autónomamente”, por lo que requiere de atención permanente.
El juez precisó que acordó el beneficio para resguardar su salud y evaluó que la medida es “razonable y proporcional” en función de la cirugía programada, constatada debidamente.
El beneficio procesal quedó limitado a los días necesarios para asistir a la mujer durante su estadía en el hospital y su recuperación inicial en el domicilio.
El traslado del interno desde el penal hasta el hospital quedó en manos del Servicio Penitenciario local, mientras que la Policía Federal quedó a cargo de verificar su presencia permanente en los lugares fijados,
Caso similar
En un caso similar, un joven de la ciudad de San Juan volvió a la cárcel tras incumplir las reglas que la Justicia le impuso cuando accedió a la domiciliaria, en agosto del año pasado, para cuidar a su padre cuadripléjico, de 49 años, y asistir a su abuela, de 74.
El encausado, que estaba a la espera de ir a juicio en la vivienda de sus familiares, salió sin autorización y protagonizó una persecución policial al fugarse de un control de alcoholemia, que luego dio como resultado que manejó con cinco veces el nivel permitido en sangre.
Una vez revocada su domiciliaria, su abogado defensor solicitó que se reconsidera la decisión, pero el Ministerio Público Fiscal se opuso: resaltó que incumplió las reglas de concesión y precisó que al ausentarse de su casa dejó de hacerse cargo del cuidado de su padre y de colaborar con su abuela.
El sentenciante validó esa posición y descartó que el interno esté en condiciones de brindar “el cuidado y sostén que requieren sus familiares; es decir, el fundamento para concederle en su momento el régimen morigerado de detención.
“Ha dado muestras de no poder respetar las reglas de conducta impuestas oportunamente”, sumó, y recalcó que el “posicionamiento” del encartado frente a sus conductas de consumo de sustancias psicoactivas y alcohol puede obstaculizar el rol que pretende ejercer.
