En el marco de la 26ª Conferencia Internacional sobre Reducción de Daños 2019 (HR19, por sus siglas en inglés) que se desarrolló entre el lunes y la jornada de ayer en Oporto, Portugal, expertos de 90 países coincidieron en que la represión no funciona para paliar la adicción a las drogas.
Bajo el lema “Las personas antes que la política”, los especialistas señalaron que los tratamientos sustitutivos, la prevención y el trato humano son fundamentales.
“El lema constituye un llamamiento para avanzar en el reconocimiento de los derechos de las personas que usan drogas”, subrayó la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos durante la inauguración del encuentro.
Portugal
Sobre el caso de Portugal, el país anfitrión que hace 19 años cambió la prisión por la terapia, la ex mandataria sostuvo: “Muestra que la despenalización del consumo de estupefacientes, los tratamientos sustitutivos y la atención a usuarios de sustancias redujeron las cifras de víctimas de sida, hepatitis y sobredosis y aliviaron la carga de las cárceles”.
Por el contrario, opinó que la denominada “guerra contra las drogas”, basada en la represión, no dio resultados.
“Después de décadas de este enfoque, los países que lo adoptaron no están más cerca de estar libres de drogas. El rango y la cantidad de sustancias que se producen y consumen hoy es mayor que nunca”, denunció Bachelet.
La comisionada de la ONU llamó especialmente la atención sobre el aumento de las condenas a mujeres y niñas que atribuyó, en parte, a las dificultades para acceder a una representación legal efectiva, la pobreza y la violencia de género.
“Está demostrado que los programas de tratamiento son más efectivos y rentables”, expuso. Y le reclamó a los estados que tomen nota de los llamamientos de Naciones Unidas y que enfoquen el problema como un tema de salud pública.
“Las personas no pierden sus derechos humanos porque consumen drogas”, insistió la ex presidenta chilena, acotando que quienes cayeron en la trampa de la dependencia necesitan ayuda para reconstruir sus vidas. “Las políticas gubernamentales no deben convertirse en una amenaza mayor para su bienestar que las drogas que están usando”, subrayó.
Según estadísticas internacionales, en 2015 se contabilizaron 450 mil muertes por consumo de drogas, 60 por ciento más que en 2000.
Referente mundial
Portugal despenalizó el consumo de drogas en 2001 y se convirtió en un referente mundial en la lucha contra las adicciones.
El 1988 se abrió el primer Centro de Atención a Toxicodependientes (CAT), en el sur de Portugal. En 1997, la estrategia ya era nacional.
La táctica que comenzó a implementar ese país hace 18 años es considerada un éxito.
Desde el cambio de legislación, que aborda el asunto como una cuestión de salud pública, los estadísticas mejoraron.
A finales de los 80, uno de cada 100 portugueses luchaba contra la adicción a la heroína y la tasa de infección por VIH era la mayor de Europa.
Desde la entrada en vigor de despenalización, la problemática generada por los opiáceos se estabilizó.
Así, descendieron el uso problemático de drogas, las tasas de infección de VIH y hepatitis, las muertes relacionadas con sobredosis y los encarcelamientos vinculados a adicciones.