En el marco de la investigación por el crimen del trabajador rural Luis Espinoza -visto por última vez el pasado viernes 15, kuego de haber sido agredido y detenido por la Policía de Tucumán, en Simoca, y hallado muerto en un barranco el viernes 22 en Andalgalá, Catamarca-, la comisaría de la localidad tucumana de Monteagudo fue nuevamente allanada.
La fiscal que instruye el expediente, Mónica García de Targa, busca más evidencias para incorporar a la causa.
A la fecha, ocho policías que se desempeñaban en esa dependencia, un vigilador comunal y el hermano de un efectivo están detenidos.
Según las constancias de la causa y lo declarado por el hermano de la víctima, de 32 años, el joven fue golpeado por la policía y luego llevado “a la rastra” hasta un monte, en un operativo realizado durante un festival de carreras cuadreras en el paraje de Melcho.
Desde ese momento Espinoza estuvo desaparecido, hasta que encontraron su cuerpo, con una herida de bala en la espalda y envuelto en una bolsa de plástico.
La fiscal sostiene que el hombre fue asesinado en Melcho, que trasladaron el cadáver hasta la comisaría de Monteagudo y, finalmente, abandonado su cuerpo en Catamarca.
Los peritos intentan determinar si el proyectil que mató a Espinoza -que habría sido disparada el día del procedimiento- pertenece a alguna de las cuatro armas reglamentarias de los policías detenidos.
El día 15, Espinoza -padre de seis hijos- se encontraba cabalgando junto a su hermano Juan. En el trayecto se toparon con los preparativos para una competición de carreras de caballos, algo habitual en la zona de Monteagudo, aunque en ese momento violaba la cuarentena obligatoria. Se sospecha que eso motivó que un escuadrón llegara de manera violenta, realizando disparos al aire.
Luego de que los presentes en el evento se dispersaron, los Espinoza continuaron su rumbo pero a los pocos minutos fueron alcanzados por los policías tucumanos, quienes bajaron a Juan de su caballo y lo golpearon en la cabeza. Luis reaccionó en su defensa y los agentes decidieron llevarlo a una zona de pastizales. Según declaró Juan, uno empuñó su arma y efectuó un disparo y poco después trasladaron al joven a la comisaría. Fue la última vez que lo vio con vida.