En el mismo año cuando la World Wide Web cumple 25 años, Brasil fue anfitrión de NETmundial, la reunión global para discutir sobre el futuro de la gobernanza de Internet, elaborar sus principios rectores y proponer un camino para la evolución de su ecosistema, en la que participaron representantes de los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado, el académico y la comunidad técnica.
Por Matías Altamira * – Exclusivo para Comercio y Justicia
Previo a la reunión se recibieron 188 documentos de 46 países con propuestas e iniciativas que dieron fundamento a las reuniones presenciales y a la declaración final, cuyo análisis detallado excede esta columna pero amerita algunas consideraciones.
La primera es que el objetivo principal de este evento es comenzar a delinear una Internet sin la presencia estelar de Estados Unidos en su control, ya que el próximo año lo cederá a la comunidad internacional.
La segunda es que desde la primera reunión hubo importantes abstenciones, como Rusia, que no está de acuerdo con el documento; India, que debe consultar en su país por no estar autorizado para aprobarlo por algunas modificaciones; Cuba, que hizo varias reservas y uno de los dos representantes de la Sociedad Civil lo rechaza. Siempre habrá diferencias, pero si son de importantes “jugadores” el documento pierde efectividad.
Su texto reiteradamente hace referencia al respeto de las leyes internacionales ya consensuadas, ya sea sobre los derechos humanos, la privacidad, la libertad de expresión y asociación (con una clara referencia a las redes sociales), sobre la necesaria intervención de la autoridad judicial en los procesos de investigación de crímenes, entre otros aspectos.
Uno de los aspectos más sensibles fue el espionaje en Internet, especialmente por las revelaciones de Snowden sobre el control de Estados Unidos en las comunicaciones de Dilma Rousseff, la anfitriona. Tan sensible fue, que en el evento se desplegaron banderas que decían “Todos somos espiados”.
Se destaca que la masiva y arbitraria vigilancia socava la confianza en Internet y en su ecosistema de gobernanza. La recolección y procesamiento de información personal por actores estatales y no estatales deben ser conducidos en cumplimiento con la ley internacional de derechos humanos.
Mayor diálogo es necesario en ámbitos internacionales para desarrollar un acuerdo general en todos los aspectos relacionados. El representante de la Sociedad Civil votó en contra porque reclamaba que la vigilancia masiva sea rechazada y se incluyera el principio de proporcionalidad.
Se ha iniciado un proceso arduo que, con la activa participación de todos los actores, especialmente de los usuarios de Internet, podrá lograr significativos avances.
* Abogado especializado en nuevas tecnologías / [email protected]