Mínimo de ocho jus para instancias recursivas ordinarias

Lo fijó el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba ejerciendo su función unificadora de la jurisprudencia, en cumplimiento del artículo 40 del Código Arancelario de la Provincia [privado]

La Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) rechazó el recurso de casación presentado y, en ejercicio de su función uniformadora, estableció que el mínimo arancelario de ocho jus resulta aplicable para todas las instancias recursivas ordinarias, sin importar la naturaleza -principal o incidental- del proceso al cual acceda.

Contra la resolución de Cámara que reguló ese mínimo arancelario previsto en el artículo 40, in fine de la Ley 9459 en una resolución incidental, se interpuso recurso de casación conforme el artículo 383, inciso 3° del Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia (CPCCP).

Como fundamento de su planteo, el recurrente acompañó un precedente contradictorio de otra cámara, en el que se entendió que el dispositivo legal aludido en el párrafo anterior sólo es aplicable en supuestos de apelación contra la sentencia definitiva y no cuando se impugnan incidentes.

Cuestión

Llegados los autos a la instancia superior, el Alto Cuerpo -integrado por los vocales María Marta Cáceres de Bollati, Domingo Juan Sesin y Sebastían López Peña analizó que la Cámara a quo consideró aplicable a la cuestión incidental debatida en la especie el mínimo ya referido (ocho jus), agregando que en el precedente acompañado en aval del recurso, en cambio, se resolvió que correspondía regular cuatro jus, por entender que el primero rige solamente para las apelaciones que versan sobre la materia de fondo del proceso y no para las que conciernen a incidentes.

“Los recursos ordinarios en segunda instancia contra resoluciones incidentales se encuentran comprendidos en el ámbito de aplicación del art. 40, in fine, de la ley 9459”.

Del fallo del TSJ cordobés.

Según esa visión, se estableció que las soluciones dispares asignadas a los casos sometidos a juzgamiento en sendas ocasiones han obedecido a la postulación de criterios jurídicos opuestos en torno al mínimo arancelario con el que corresponde remunerar las tareas profesionales desarrolladas en la alzada respecto de cuestiones incidentales.

En tal faena, entendió el TSJ que “la cabal superación de la divergencia hermenéutica que motiva el planteo casatorio sub examen impone determinar si el mínimo minimorum de ocho jus contemplado en el art. 40 de la ley 9459 resulta aplicable -o no- a los incidentes”.

En cumplimiento de tal propósito, el Alto Cuerpo adscribió a la tesis conforme la cual los recursos ordinarios en segunda instancia contra resoluciones incidentales “se encuentran comprendidos en el ámbito de aplicación del art. 40, in fine, de la ley 9459”.

Naturaleza

En ese sentido, el supremo tribunal argumentó que el arancel mínimo de ocho jus “rige para todas las instancias recursivas ordinarias, sin importar la naturaleza -principal o incidental- del proceso al cual acceda”.

De tal manera, se entendió que las tareas profesionales devengadas por la sustanciación de un recurso de apelación interpuesto en el marco de un incidente, “no pueden -al menos, en principio y por esa sola circunstancia- ser remuneradas con un estipendio inferior al fijado por la norma como pedestal mínimo, puesto que la finalidad que inspira la previsión normativa reside, precisamente, en garantizar al letrado que presta sus servicios en la instancia de grado, la retribución que el legislador ha reputado” .

Como consecuencia de esa razonamiento, los vocales remarcaron que el tenor literal del art. 40, in fine, de la ley 9459, textualmente establece: "La regulación de honorarios mínima para recursos ordinarios en segunda instancia será de ocho jus".

De tal modo, los jueces concluyeron que la regla consagrada por la normativa “no precisa ni efectúa distingos en orden a la naturaleza de la actuación procesal debatida en grado de apelación. Remarcando que por imperio del clásico adagio ‘ubi lex non distinguit non distinguere debemus’, la absoluta ausencia de una precisión concreta en tal sentido, conduce a interpretar que el mínimo de ocho jus resulta también aplicable a las impugnaciones ordinarias contra resoluciones incidentales”.

Piso

Por lo expuesto, en el decisorio se sostuvo que -no existiendo ningún parámetro o condicionante de exclusión- “no parece legítimo que se cercene un piso arancelario que la propia disposición ritual consagra, sin cortapisas alguna vinculada a la naturaleza del trámite que precediera a la resolución objeto de impugnación”.

En definitiva, en el fallo se resolvió que en lo atinente al aspecto litigioso sometido a unificación en el trance, la resolución dictada por la Cámara a quo se ajusta a la interpretación legal propiciada en el presente, corresponde proveer al rechazo del recurso intentado.

Autos: :"CUERPO A LOS FINES DE TRAMITAR LA APELACIÓN CONCEDIDA EN CONTRA DEL PROVEÍDO DE FECHA 13/02/2007, EN AUTOS: ROJO DE ZABALA, ELENA C/ ROJO, ABDÓN Y OTROS - DIV. DE CONDOM. CPO. DE EJEC. - EXP. N.° 626565/36 - RECURSO DE CASACIÓN"- EXPTE. N.° 4716211