Vía votación, los trabajadores de la estadounidense Amazon rechazaron tener un sindicato en la empresa, frenando los intentos gremiales de ingresar a la compañía que creó 1.200.000 puestos de trabajo en los últimos años.
Los empleados de la compañía de Jeff Bezos tomaron su decisión en las históricas elecciones que se llevaron adelante en Alabama y le cerraron la puerta al Sindicato de Minoristas, Mayoristas y Grandes Almacenes.
El resultado de aquéllas, en las que el “no” se impuso con amplia ventaja, golpea los intereses de la cúpula gremial.
Ahora, cada parte tiene una semana para impugnar los resultados antes de que la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés) certifique el resultado.
Durante la pandemia, Amazon se embarcó en una ola extraordinaria de incorporación de personal, con un promedio de 1.400 ingresos diarios durante los primeros diez meses de 2020.
Las contrataciones tuvieron lugar en la sede central de la firma en Seattle, en sus centenares de centros de almacenamiento en los suburbios de ciudades, en comunidades rurales y en distintos países del mundo, desde la India hasta Italia.