ESCUCHARAl comparecer ante un tribunal de Londres, Inglaterra, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, volvió a rechazar su extradición a Estados Unidos, que lo acusa de espionaje y de publicación de documentos oficiales secretos.
El juicio en contra de Assange, de 49 años, empezó en febrero, pero quedó suspendido debido a la pandemia de coronavirus.
La Justicia inglesa debe decidir si el activista australiano es extraditado a Estados Unidos, donde enfrentará cargos por la publicación de documentos confidenciales de las Fuerzas Armadas sobre las guerras en Afganistán e Irak, hace una década, así como de cables secretos de la diplomacia de ese país.
Assange enfrenta 18 imputaciones, incluyendo conspiración para hackear computadoras y para obtener y revelar información del gobierno violando la Ley de Espionaje. La pena máxima contemplada es de 175 años de prisión.
Su extradición dependerá de lo que decida la Justicia británica, que a partir de ahora, y durante unas cuatro semanas, escuchará a las partes en el tribunal central de Old Bailey antes de tomar una decisión.
Cabe recordar que, en junio de 2012, Assange se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia por acusaciones de delitos sexuales.
Al hacerlo, violó la libertad condicional que le había concedido la Justicia británica mientras se decidía su situación y un juez libró una orden de arresto.
La causa abierta en Suecia fue archivada cinco años después, luego de que los fiscales la dieron por prescrita por no haber podido continuar con la investigación.
El fundador de WikiLeaks, la plataforma online de divulgación de documentos secretos, siempre negó los delitos que la Justicia sueca le enrostraba y sostuvo que todo era una excusa para su extradición posterior a Estados Unidos.
En agosto de 2012, el entonces presidente ecuatoriano Rafael Correa le concedió asilo a Assange.
Luego de pasar siete años refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres, el actual primer mandatario de Ecuador, Lenín Moreno, le retiró el asilo y permitió que la policía británica entrara en la delegación y se lo llevara detenido, en abril de 2019.
