Luego de ser condenado en noviembre en uno de los mayores casos de fraude financiero de la historia, Sam Bankman- Fried fue sentenciado a 25 años de prisión en Nueva York.
Aunque los fiscales buscaban una pena de 40 a 50 años para el fundador y ex director ejecutivo de FTX, una plataforma de intercambio de criptomoneda, la sanción es una de las más severas de la historia de los crímenes de cuello blanco en Estados Unidos.
Conocido por el apodo “SBF”, el ahora condenado usó sin consentimiento los depósitos de los clientes de la plataforma para hacer transacciones de riesgo en su fondo de cobertura, Alameda Research, y para la compra de ostentosos inmuebles y donaciones políticas. Multimillonario antes de los 30 años, Bankman-Fried conquistó el mundo de las criptomonedas a una velocidad vertiginosa, convirtiendo FTX, una pequeña start-up que cofundó en 2019, en la segunda plataforma de intercambio más grande del mundo.
A fines de 2022 el imperio FTX implosionó, incapaz de hacer frente a las masivas solicitudes de retiro de clientes luego de enterarse de que parte de los fondos depositados en la empresa se comprometieron en operaciones de riesgo.
Al momento de la declaración de quiebra de la firma faltaban aproximadamente 9.000 millones de dólares. Los liquidadores del grupo ya recuperaron unos 6.400 millones en efectivo y planean un reembolso completo a los afectados