ESCUCHAR“Esta es la etapa más difícil de mi vida, me cuesta creer que esto me pasó a mí.” Así comenzó su extensa declaración Eddi Capone, la esposa del desaparecido abogado Pedro Salvador Chirino, en la segunda audiencia del debate que tiene sentado en el banquillo de los acusados al ex empleado judicial Hugo Pedro Zuliani y al remisero Raymundo Oscar Carnevalle.
Capone se convirtió en la primera testigo del juicio oral y público que se desarrolla en la Cámara 7ª del Crimen de la ciudad de Córdoba. Su testimonio sirvió para conocer cómo fueron las últimas horas en las que fue visto con vida Chirino y el tipo de relación que éste tenía con quienes están acusados de secuestrarlo.
Al declarar, la mujer fue contundente. Dijo que si Chirino estuviese con vida “se lo hubiera hecho saber.” Según explicó, tenía con él una relación “muy unida” y cada vez que él se demoraba por algún motivo la llamaba por teléfono.
No regresó
La noche del 1 de febrero (de 2007), Chirino se retiró de su vivienda con el imputado Zuliani quien, según explicó Capone, fue a buscarlo hasta su casa. “Mi esposo se despidió de mí y me dijo que me arreglara que ya volvía, pero nunca más regresó”, advirtió acongojada la mujer. Ante esa situación, llamó al domicilio de Zuliani, pero éste no la atendió. Según declaró, recién por la mañana y ante la ausencia de su esposo, se comunicó con la policía para denunciar la desaparición.
Capone ratificó que Zuliani le debía dinero a su marido por honorarios que nunca le pagó y que Chirino hasta le envió una carta documento para cobrarle lo adeudado. Según dijo, ella conocía al acusado desde la facultad y lo calificó como una persona “egoísta y miserable”.
“Solamente una persona con la personalidad de Zuliani pudo haber hecho una cosa así”, remarcó la mujer haciendo referencia a que fue el acusado quien terminó con la vida de su esposo. En su extensa declaración, también se encargó de desmentir que su esposo haya tenido algún tipo de relación con la Triple A, o como se dijo, haya sido un jugador compulsivo.
Ausente
En la audiencia no estuvo presente el acusado Zuliani, quien por pedido de su abogado y por razones de salud permaneció en la alcaidía de tribunales.
Esta situación motivó que la testigo confundiera a Zuliani con Carnevalle. Aunque lo identificó erróneamente, la mujer aclaró que lo veía muy cambiado, incluso, “rejuvenecido”.
