ESCUCHARLa pena recayó sobre un agente por golpear ferozmente a un hombre en estado de ebriedad, quien tenía enyesada una pierna. El hecho ocurrió en 2005, en el barrio porteño de San Telmo.
Al desestimar un recurso presentado por su defensa, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) dejó firme una sentencia por apremios ilegales agravados impuesta a un policía por golpear ferozmente a un hombre que estaba borracho y que tenía una pierna enyesada.
Fuentes judiciales indicaron que los ministros Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Carmen Argibay y Juan Maqueda rechazaron el recurso presentado contra la resolución de la Sala Segunda de la Cámara Federal de Casación Penal que ratificó la condena.
Los camaristas Alejandro Slokar, Ángela Ledesma y Ana María Figueroa consideraron que “ningún motivo justificó el accionar policial en la forma violenta que le produjo lesiones a la víctima, puesto que ésta no se había resistido ni estaba en condiciones físicas y psicológicas de oponerse al arresto o intentar una fuga”.
Los hechos juzgados ocurrieron en la noche del 3 de julio de 2005, en el metropolitano barrio de San Telmo, cuando un hombre, en evidente estado de ebriedad, ingresó al hall de un edificio ubicado sobre la calle Defensa al 1100 pensando que había una fiesta y siguiendo a una mujer.
Los vecinos, «alarmados», llamaron a la policía y llegaron al lugar el oficial Diego de Chiara y el suboficial Miguel Ángel Elena, quienes le aplicaron un rodillazo en el abdomen y lo arrojaron al piso para esposarlo uniendo su muñeca con el tobillo, mientras lo pisaban en la cara.
El hecho derivó en una causa judicial en la cual ambos policías fueron condenados en 2008 por el Tribunal Oral en lo Criminal 23 a tres años de prisión en suspenso y seis años de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por “apremios ilegales agravados por violencia”, lo que ahora fue ratificado por la Corte para el caso del policía Elena, aunque aún no se resolvió el recurso de de Chiara.
