Justifican despido indirecto por estrés psicológico

Al quedar acreditado el estrés psicológico que la actora denunció haber padecido en su puesto de trabajo, sin que sus supervisores hubieran tomado medida alguna, la Sala 11ª de la Cámara del Trabajo consideró justificada la situación de despido indirecto. [privado] Por ello condenó a Telefónica Móviles Argentina SA (Movistar) a pagarle a la mujer las indemnizaciones derivadas del quiebre de la relación laboral. En el telegrama que envió la reclamante expuso que se encontraba inmersa en una situación de “acoso laboral y de violencia psíquica y moral en el ámbito de trabajo”, y le advirtió a su empleadora de que iba a darse por despedida. Luego, la demandada se negó a recibir el certificado médico por el cual se le otorgó reposo ambulatorio a la trabajadora durante siete días, por el agravamiento su cuadro, en función del hostigamiento permanente que expuso sufrir por parte del personal que supervisaba el piso del centro de atención al cliente en el cual se desempeñaba. La actora alegó varias veces que el clima de trabajo le causaba “graves injurias” personales y que, como consecuencia, su salud psicofísica se veía afectada. Para verificar si realmente la actora estuvo sometida a situaciones de acoso laboral y violencia psíquica y moral en el ámbito de trabajo, como invocó al dar por finalizada la relación laboral, el tribunal se remitió a la prueba testimonial rendida en oportunidad de la audiencia de vista de la causa. En esa línea, consignó que los colegas de la accionante dijeron que además de atender a reclamos de los clientes, debían hacer ventas y responder mensajes de sus superiores, quienes los intimaban concretar operaciones y a “cuidar el tiempo”. Además, expusieron que tenían objetivos de calidad y que el receso para ir al baño era cronometrado, que el trato con los jefes no era bueno y que, en general, eran hostigados vía correo electrónico. Luego de analizar la totalidad de la prueba testimonial, la magistrada Eladia Garnero de Fazio consideró “acabadamente acreditado” el estrés psicológico al que se veía expuesta la actora en su lugar de trabajo y las intimaciones cursadas por ésta a los fines de que la demandada tomara las medidas necesarias para solucionar la situación, acotando que la firma no probó haber procedido, al menos, a constatar se producían los sucesos denunciados. “Ha sido legítima la decisión de la trabajadora de denunciar el contrato de trabajo, por lo que procede el pago de las indemnizaciones por antigüedad, sustitutiva de preaviso e integración del mes de despido”, concluyó.[/privado]

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