Indemnizan en $1 millón a un cliente al que le activaron múltiples líneas prepagas

La cámara interviniente concluyó que la empresa demandada debió proceder de inmediato ante el reclamo del consumidor de dar de baja esos servicios y otorgarle el libre deuda

La Cámara 8ª en lo Civil y Comercial de Córdoba rechazó la apelación de Personal (Telecom Argentina SA), confirmando la admisión del daño punitivo por $1 millón en favor del cliente consumidor a quien, sin su consentimiento, le activaron cinco líneas telefónicas, lo que le generó deudas por las cuales padeció hostigamiento por intimaciones de cobro y fue registrado como deudor moroso.

Los vocales Héctor Hugo Liendo y Gabriela Lorena Eslava sostuvieron que de la prueba surgió que ya con fecha 17/7/2019 el actor había realizado un reclamo telefónico, desconociendo líneas a su nombre y solicitando la baja de éstas.

Se relató que, pese a ello, su reclamo fue catalogado como “cerrado” y “exitoso”, siendo que de la propia prueba acompañada por la demandada surge que, al momento de dicho reclamo, existían numerosas líneas abiertas a nombre del actor que subsistieron entre uno y hasta cinco meses más.

Advertencia

El fallo advirtió, además, que varias de estas líneas fueron dadas de baja una vez concluida la instancia administrativa en Defensa del Consumidor (iniciada con fecha 4/9/2019, notificada a la demandada con fecha 18/9/2019 y concluida con fecha 23/10/2019, conf. copia adjuntada con fecha 02/3/2021) e incluso con posterioridad al inicio del reclamo judicial (iniciados el 10/12/2019).

Así, la alzada sostuvo que resultaba cierto lo señalado por el actor, en cuanto a que debió realizar varios reclamos telefónicos e incluso que debió apersonarse en las instalaciones de la demandada, pues ello puede presumirse a partir del hecho de que el actor acompaña dos números de gestiones, del hecho de que siguieran llegando intimaciones de la demandada para el pago de las deudas con posterioridad al reclamo telefónico y del hecho de que el actor haya decidido formalizar su denuncia en las oficinas de Defensa del Consumidor y en instancia judicial.

El tribunal remarcó que constaba en autos que durante los meses posteriores al reclamo de julio de 2019, e incluso con posterioridad al envío de cartas documento a la demandada (entregadas los días 14/8/2019 y 15/8/2019 a diferentes sedes conforme documental adjuntada con fecha 19/12/2019), a la íntegra tramitación del reclamo en sede administrativa y al inicio de las presentes actuaciones; el actor continuó recibiendo intimaciones de pago de deudas por líneas que ya había desconocido y reclamado sean dadas de baja.

Padecimiento

En esa dirección, los jueces precisaron que surgía con contundencia la existencia de un verdadero acoso y hostigamiento contra el actor, quien padeció día tras día el reclamo por diferentes vías (postal y por mensaje de texto) de deudas que no debía, por medio de diferentes remitentes y a pesar de los reclamos realizados por numerosas vías, agregando el silencio de la demandada luego de enviadas las cartas documentos, evidencian un desinterés y menosprecio por la problemática planteada y los derechos de su cliente.

La decisión valoró que el hecho de que la demandada haya ofrecido una bonificación al actor (recién luego de que se efectuó la denuncia administrativa), en nada mejoraba su posición, no sólo porque la oferta es insuficiente -así lo consideró el actor, dado que no la aceptó-, “lo que una vez más evidencia el menosprecio hacia los derechos de su cliente”, sino que la baja de las líneas, de los registros de morosos y la entrega del libre deuda “resultaban obligaciones de ejecución inmediata desde el momento mismo que la demandada tomó conocimiento de la existencia de error o fraude”.

En consecuencia, consideró el tribunal que mal puede el apelante sostener que existió cumplimiento cuando demoró hasta cinco meses en dar de baja las líneas, el actor siguió sufriendo el hostigamiento aun iniciada la causa judicial y en ningún momento recibió el libre deuda ni la confirmación de la baja en los registros de deudores morosos.

Insistencia

Además, llamó la atención al tribunal que la demandada insistió en señalar que el actor no sufrió daño alguno sólo por el hecho de que las líneas activadas fueran de la modalidad de prepago, “cuando desoír los reclamos de su cliente y autorizar o tolerar su hostigamiento para el pago de lo no debido claramente se contraponen con el respeto de la dignidad de la persona (art. 51 CCCN) y causan un evidente daño en el aspecto espiritual de la persona humana”.

En virtud de ello, la cámara concluyó que el hecho de ser cliente de la demandada (y en consecuencia, poseer ésta los datos que permitían dar de alta líneas a su nombre y luego reclamar deudas) dio lugar, con la anuencia de la demandada -sea por complicidad o desinterés- a que el actor resultara víctima de una actividad que ocasiona angustia, como lo es el ser injustamente perseguido por algo no debido.