Indemnizan a un ex empleado de Fadea por dolencias contraídas durante la relación laboral

La Sala 6ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba hizo lugar a una demanda contra Prevención ART SA, como gerenciadora del Fondo de Reserva en virtud de la liquidación de la Liderar SA y condenó a la Superintendencia de Seguros de la Nación a pagarle al demandante la prestación dineraria reclamada en los términos de la Ley de Riesgos del Trabajo (LRT), por las patologías diagnosticadas en las pericias médicas oficiales, derivadas de las diferentes tareas desarrolladas por el actor para la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín SA (Fadea).

El actor denunció que su relación laboral se desarrolló entre 1979 y 2016, cumpliendo una jornada de nueve horas diarias de lunes a viernes, más horas extras los días sábados, que dependían de la producción. Explicó que se desempeñó en distintas áreas y funciones, realizando tareas en los talleres, para lo cual utilizaba distintas herramientas manuales y maquinarias, que debía manipular de modo permanente y constante.

Detalles

El demandante expuso que el ruido de las máquinas y los permanentes golpes sobre las chapas superaban los decibeles sonoros permitidos legalmente. Refirió que con el tiempo fue transferido a otra área que requería una mayor responsabilidad y aplicación de conocimientos más específicos para ordenar la fabricación de piezas, siendo encargado de recibir los materiales y las instrucciones del sector de ingeniería.

Finalmente, manifestó que denunció sus dolencias ante Liderar ART SA, la que suspendió los plazos para expedirse y luego rechazó las patologías reclamadas por no existir criterio de exposición a riesgos.

El tribunal integrado por la vocal Silvia Vitale indicó que el informe pericial oficial estableció que, valoradas las audiometrías, se observó que “ la curva audiométricas no es típica de la hipoacusia neurosensorial inducida por ruido (...) no oincidiendo con los criterios diagnósticos explicados (...) por lo cual, no se ha determinado porcentaje de incapacidad por no haber detectado patología de origen laboral ”, siendo suficiente para el tribunal dicha conclusión para rechazar la patología reclamada, toda vez que se encuentra debidamente fundada.

Conclusiones

En relación a las conclusiones dadas en las pericias médica y psiquiátrica de oficio frente a las discrepancias señaladas en los informes médicos en disidencia del accionante, efectuado un detenido análisis de los dictámenes en cuestión, la magistrada concluyó que los primeros “ lucen idóneos e imparciales ”, por lo que adscribió a tales reportes dándoles “ pleno valor convictivo” y aclarando que los cuestionamientos efectuados al respecto por la parte, “ no se relacionaban al método empleado por las médicas sino a la valoración y cuantificación misma de las incapacidades tratadas, lo que es potestad de los profesionales de oficio designados ”.

La vocal definió que la incapacidad funcional del actor asciende a 21,16% de la TO y sostuvo que las dolencias diagnosticadas al trabajador (insuficiencia venosa periférica Estadio II, síndrome cervicobraquial con manifestaciones clínicas, funcionales y electromiográficas, hombro doloroso derecho con limitación funcional, espondiloartrosis de columna lumbar con limitación funcional y RVAN grado I-II) y la incapacidad laboral que éstas le generan deben ser indemnizadas, conforme lo dispuesto por la ley 24557.

En ese sentido, el tribunal destacó que existe una asociación de “ causa efecto ” entre las patologías señaladas por las peritos médica y psiquiatra oficiales y la presencia en el desarrollo de las labores habituales del accionante de los agentes de riesgo a los que estuvo expuesto (posiciones forzadas, gestos repetitivos y aumento de la presión venosa en miembros inferiores por el desarrollo actividades que requieren la permanencia prolongada en posición de pie, estática y/o con movilidad reducida).

Testigos

El tribunal añadió que, conforme lo expresado por los testigos deponentes, compañeros de trabajo del actor, dieron cuenta de las tareas efectuadas y sus condiciones de realización, el actor debía alzar moldes cuyo peso oscilaban entre 20 y 30 kilos, con una guía de mano y que tenía que pechar manualmente. Además, refirieron que debía el demandante permanecer siempre parado durante el trabajo y al principio no se le proveían fajas.

De igual modo, el tribunal convalidó que el movimiento que realizaba le hacía padecer dolores de cintura, cuyas consecuencias fueron concordantes con la calificación médica efectuada por las médicas de oficio en cuanto a que se trataba de enfermedades profesionales, al encontrar nexo causal entre las dolencias diagnosticadas y las labores realizadas por el trabajador.

Autos: G., C. F. C/ PREVENCIÓN ART SA EN SU CARÁCTER DE GERENCIADORA DEL FONDO DE RESERVA - ORDINARIO - ENFERMEDAD ACCIDENTE (LEY DE RIESGOS), Expte. 9791948