Pablo Carvajal, quien hasta el pasado 25 de agosto fue secretario de Salud de la Provincia de Córdoba, fue imputado en el marco de la investigación por la muerte de bebés sanos en el Hospital Neonatal de Córdoba.
Carvajal está acusado de omisión de deberes de funcionario público, la misma figura penal que ya le endilgó la semana pasada al exministro Diego Cardozo, y al abogado Alejandro Escudero Salama, quien entre otras funciones había asumido como virtual vicedirector del Neonatal en medio del escándalo.
También están imputados en esta misma investigación la exdirectora del Neonatal, Liliana Asís, la hoy exjefa del Servicio de Neonatología, Marta Gómez Flores, y Adriana Morales, que estaba a cargo del Departamento de Neonatología, a las que las acusa de un doble delito: omisión de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica.
Según las pruebas que van surgiendo en el expediente se sospecha que todos los funcionarios hoy imputados conocían al menos desde marzo lo que estaba ocurriendo en el Neonatal pero nadie hizo la denuncia en la Justicia. Se realizó un extraño sumario administrativo, encabezado por Escudero Salama.
Dentro del organigrama, Carvajal tenía a su cargo la gestión hospitalaria y era el segundo eslabón en la cadena a la que reportaba la directora Asís.